Rubi, ‘tocado’ tras la debacle en el Pizjuán
El técnico, bajo los focos por otro proyecto fallido
Rubi estuvo ayer bajo la mayoría de los focos tras otra debacle verdiblanca en el derbi contra el Sevilla. La mala imagen del equipo y la dificultad multiplicada para alcanzar los objetivos de la presente temporada dejan muy tocada la figura del técnico en Heliópolis: el equipo está muy lejos de su sueño europeo e incluso hay un mínimo de preocupación respecto a la zona de descenso. La realidad es clara: el curso conduce a otro proyecto fallido en el Betis y todo apunta a que Rubi será la primera víctima de la situación.
Durante los tres meses de confinamiento, el club se encargó de reforzar la figura de su entrenador, incluso con vistas a la próxima campaña, pero la realidad vivida en la primera cita del reinicio ante el eterno rival vuelve a reflejar el caos en el que se encuentra el presente proyecto deportivo. Ni el técnico encontró la forma de gestionar al plantel para mejorar sus resultados ni los propios jugadores se acercaron a las expectativas creadas al inicio de la presente campaña.
La comparativa con los dos últimos años, en los que estuvo en el banquillo Quique Setién, también deja en mala posición al actual técnico verdiblanco. Su equipo suma seis puntos menos que en el curso pasado a estas alturas y siete menos que hace dos. El calendario invita a la preocupación y en el club temen que haya cierta relajación debido a la lejanía del objetivo. El próximo lunes el Betis se mide al Granada en el Benito Villamarín y una caída ahí podría precipitar el cese del entrenador y la búsqueda de un revulsivo para este sprint final de campaña. Rubi está contra las cuerdas de nuevo, aunque ya sabe lo que es salvar un match-ball como técnico del Betis.
Dudas. Las decisiones de Rubi a la hora de componer su once para el derbi también despertaron muchas dudas. Su confianza en Borja Iglesias sigue sin encontrar una respuesta en forma de rendimiento sobre el césped, mientras que los refuerzos de invierno (Aleñá y Guido Rodríguez) expusieron una gris versión ante el Sevilla. El miedo se instala en Heliópolis a diez jornadas del final.
Futuro Una derrota el lunes ante el Granada podría precipitar su destitución