Estado de calamidad
El Lega apabulla al Granada, pero no pasa del empate ● Guerrero falló un penalti ● Carrillo y Óscar, lesionados
El Leganés vive en un estado de calamidad que convierte en latón pesado todo lo que toca. Un lastre que hunde a los pepineros rumbo a Segunda pese a derroches y buenos partidos como el que exudó frente a este Granada sin colmillo que sigue en la (bendita) zona de nadie. El empate a cero no sirvió a ninguno, pero cercena a un Lega que, además, perdió por lesión a Carrillo y a Óscar, que salió a suplirle. Guerrero falló un penalti que provocó Assalé en la segunda parte.
Penduló el Leganés durante la primera en un ‘uy’ constante de gargantas secas. Apretaba el calor pese a la mentira de la noche y en la oscuridad, por primera vez desde la reentré del campeonato, los blanquiazules le inyectaron a su inicio el ritmo diésel que acostumbra. Incesante, aunque sin brillanteces. Suficiente para percutir incansable en la meta rival. A priori parecía difícil. Aguirre sorprendió dejando fuera a Óscar, su clavo ardiendo, para desplegar a Carrillo y Guerrero como arietes frente al muro nazarí. Delanteros de bayoneta calada, pero escasa pólvora en sus fusiles.
Pese a ello, rondaron con insistencia los pepineros la meta de un Rui Silva que ya salvó al cuarto de hora a los suyos tras un remate raso de Carrillo. El argentino gritó de impotencia sin saber que aún le quedaba aullar de pena. Cinco minutos después, en un despeje, se lesionó. Rotura muscular. Adiós a casi toda la temporada. Por obligación tuvo el Vasco que desplegar la artillería de Óscar, que lo suplió. El chaval le dio calidad al ataque, pero mutó el plan aeroespacial de un Lega que estaba sacando oro del balón largo. Eso y los pulmones menguantes locales dieron oxígeno a un Granada que asustó
LEGANÉS
Assalé Guerrero Guido Carrillo Kévin Rodrigues Omeruo Rubén Pérez Roque Mesa Total
GRANADA Machís Puertas Soldado Total
PUERTA 1 1 1 0 0 0 0 3
1 0 0 1
FUERA 2 1 0 1 1 1 1 7
1 1 1 3 a Cuéllar con un latigazo de Machís (39).
¿Y Soldado? Estaba, pero como si no. Llegó tocado, pero siempre invita al peligro. Como el preámbulo del descanso. Silva casi cazó un centro magnífico de Ruibal. Otra vez las gargantas ahogadas en el ‘uy’, las mismas que tragaron saliva al ver que Óscar, lesionado, se quedaba en el vestuario. Duró 30 minutos. Tragedia en pepinero. La depresión inoculó en las piernas de un Leganés que se arrojó al abismo de la pena, con Bustinza rozando la roja por doble amarilla y los ‘uy’ habitando sólo en el menudeo de Assalé, ratón azabache de peligro reiterado.
Suyos fueron los acercamientos locales ante un Granada serio y sin apretar, agazapado a la espera de una presa que se creció en la fe del que nada pierde por darlo todo. Casi logra el premio cuando el propio Assalé forzó el penalti de Vallejo (64’). Lo falló Guerrero, con ayuda de Silva. Ni con esas marcó este Leganés en desgracia, evaporado en la esperanza de lo que pudo ser y no fue. Allí acabó el partido. Y puede que su singladura en Primera.