Galáctico Campazzo
El base levanta al Madrid con la mejor actuación de su carrera en Europa: 29 puntos, 11 pases y 42 de valoración
El Madrid llegó fresco a esta fase final, aunque quizá subestimó el peligro extremo del formato tras un debut cómodo. El sábado, en el segundo asalto, el Burgos lo mandó a la lona y ayer un Valencia pletórico perseguía con ahínco colocarle al borde del KO. Lo evitó en un duelo trepidante e impropio después de tres meses de parón competitivo. Y lo evitó con su jugador más pequeño al mando, un líder gigante: Facundo Campazzo. El base argentino completó la mejor actuación de su carrera desde que llegara a Europa en 2014. El jueves en el estreno apenas había participado y 48 horas antes se le había visto sin lucidez en la derrota. Pero esta vez era otra cosa, la jornada se vestía de final y la amenaza de la eliminación empujaba al abismo al Real, que necesitaba un referente. Y en ese escenario apareció un Campazzo galáctico.
Casi sin respiro (37:16 en pista), batió todos sus récords. Anotó, creó y agrupó a su equipo cuando el Valencia más intimidaba: 29 puntos, 11 asistencias y 3 robos para 42 de valoración (Sabonis hizo 45 en el playoff de 1995 como antecedente más cercano). Sus topes absolutos de blanco estaban en 27 tantos (en la Liga) y 34 créditos (en la Euroliga). Campeón de un pulso eléctrico frente a un rival en el que Abalde se coronó sin premio. Fundamental junto al Facu, la conexión argentina con Deck. Y la fiabilidad de Thompkins en el alambre más la presencia de Tavares. El Madrid reboteó menos (32-35) y dio menos asistencias (19-20), sin embargo, cuidó algo más el balón (8 pérdidas frente a 11) y sus porcentajes en el tiro fueron ligerísimamente mejores. Resolvió al final, como suelen hacer los triunfadores.
Un choque de trenes con un acierto mayúsculo, en el que vimos a un Campazzo que marca la diferencia (17 puntos y 5 pases ya en la primera parte) y a un Deck percutiendo al poste frente a Abalde, que contraatacaba con penetraciones y leyendo muy bien los bloqueos. Un cara a cara de muchos quilates y aún más futuro dentro de un duelo frenético, de magnífica circulación de balón tras abrir el campo y pocas pérdidas.
Facundo y el Real lo bordaron en cuarto y medio (48-35), cuando su efectividad en los triples era para frotarse los ojos (9 de 12). Pero el base se fue al banco (solo 2:45 porque Laso lo tuvo que recuperar de urgencia) y la rotación taronja se subió a las barbas del enemigo. Primero Loyd y luego Marinkovic (18 puntos entre ambos en el segundo acto). Abalde iba a coger el testigo en la segunda parte y un Valencia pujante culminaba la remontada: 0-10 y 65-69. Era mejor entonces, lo era por juego y equilibrio, como equipo. Un tramo clave en el que surgió el factor Dubljevic, que sacó la cuarta falta a Tavares. Laso tuvo una ocurrencia que le salió bien: Deck con Dubi en defensa de anticipación. Se frenó la racha del montenegrino al tiempo que el MVP Campazzo gobernaba el rumbo. Conectó con Thompkins, con Deck, robó balones y asestó la puntilla con un 2+1 a falta de un minuto. El Valencia lo rozó; el campeón, el Madrid, está en pie.
Precioso partido de baloncesto el que ganó el Herbalife Gran Canaria al San Pablo Burgos en la tercer jornada de la fase final de Valencia. Tuvo de todo, y todo bueno. Hasta una prórroga en la que el acierto desde el tiro libre de Bourousis y Cook, de nuevo estelares, sentenciaron la segunda victoria del conjunto insular, que se mete con todo en la pelea por pasar a la siguiente fase. Los castellanos, por su parte, caen por primera vez en el torneo y se les complica el sueño de las semifinales, adquirido tras la victoria contra el Real Madrid. Faltan dos jornadas. Todo un mundo por delante.
Bourousis, de 36 años, fue el pilar básico para el triunfo del Herbalife. El pívot acabó con 25 puntos (9 de 9 desde la personal) y 7 rebotes para 32 de créditos de valoración, su máxima desde que viste de amarillo. El griego tuvo un escudero de lujo en la figura de Omar Cook, que mantuvo el nivel mostrado ante el MoraBanc Andorra. En esta ocasión, el base se disparó a los 16 tantos y las 6 asistencias para 18 de valoración. Nada mal para sus 38 años de edad (el segundo más viejo del torneo tras Felipe Reyes).
Los de Katsikaris llegaron a ponerse 10 puntos arriba a 5 minutos del final (74-64). El San Pablo remontó y McFadden tuvo balón para ganar el duelo. El Granca decidió en la prórroga desde la personal: de sus 13 tantos, 9 llegaron desde ahí con un 100% de efectividad.