Aforo tope: 150 personas

EI protocolo para la celebración de esta fase final de la Liga Endesa, que aprobó Sanidad, decía que los partidos se disputarían a puerta cerrada y que los jugadores se concentrarían en una burbuja en la que no tendrían contacto con nadie de fuera como premisa fundamental para evitar contagios.

La cuadratura del círculo para la ACB estaba en determinar el número máximo de personas que debían estar en el pabellón para que la competición se desarrollase en las mismas circunstancias habituales y fuera retransmitido por la televisión que tiene los derechos de la competición. Y tras un minucioso estudio, se dio a conocer el número necesario y suficiente: 150 personas, incluidos los equipos que estén disputando su partido.

El número es bastante estricto y aunque en algunos encuentros hay menos personas, se intenta que nunca se supere. Por eso, algunos operarios, como los de limpieza y desinfección entre partidos y los que cambian las publicidades de la pista según los equipos que se enfrenten, esperan su turno fuera y sólo entran en cuanto no hay equipos en la cancha.

Más de un tercio (60) de las 150 personas que entran en La Fonteta son, obviamente, los equipos: 12 jugadores en acta, cuatro técnicos, utilleros, los jugadores no convocados por cada bando y los árbitros. Además, los directivos y staff no deportivo que conviven con los jugadores durante el torneo tienen una zona para ver los duelos. La organización de la ACB y algunos miembros

Cancha Más de un tercio de los asistentes son los equipos y los árbitros