Vinicius coge galones
Zidane se rinde a su gran momento y cambia el esquema para incluirle
AVinicius (19 años) le pilló el parón por el coronavirus prometiendo lo que en el regreso del fútbol ha demostrado ser, un jugador ya cuajado, en su punto de cocción, que diría Lopetegui. Y para encontrar la mayor demostración de ello hay que ir al epicentro de este Madrid cada vez más de autor, la pizarra de Zidane: contra el Mallorca, el francés tocó el esquema y recolocó a Hazard para que le encajase Vinicius en ese carril zurdo de fantasía, que apenas había coincidido con Eden 80 minutos, nunca de inicio, y que respondió con el 1-0.
Esos aires de primavera tan madridistas que arrastra Vinicius se colaron el martes en la sala de Prensa de Valdebebas, donde Zidane fue preguntado por la posibilidad de mezclar de partida el frenesí carioca y la clase belga de Hazard ante el Mallorca: “No lo veo imposible, pero intentamos que el jugador esté lo más cómodo posible. La posición de Vini es la de Eden, pero no significa nada, me gusta poner a los jugadores en su sitio, pero en un partido pueden jugar juntos”. Zidane ya tenía ideada la apuesta con los dos de inicio.
El plan de ZZ. A Zizou, muy en modo entrenador intervencionista, le salió bien, más por Vinicius que por Hazard, que pidió tras el Valencia un respiro por fatiga muscular y ha de rescatar el ritmo con el que reapareció. En una especie de 4-23-1, con el 25 en su hábitat natural, la izquierda, y el 7 merodeando por el centro, el Madrid fue funcionando. El 1-0 (19’) llevó la firma de Vini, que se sacudió unas cuantas críticas con una definición preciosa. Antes de ese toque había esprintado para defender hasta el centro del campo y, acto seguido, hasta el área para rematar el servicio de Modric.
Además, rozó el doblete en el 23’ cuando su vaselina se estrelló en el larguero, y lideró a su equipo en recuperaciones (9), faltas recibidas (3), ocasiones creadas (2, como Benzema), regates buenos (2, como Modric), anticipaciones (2, como Ramos) y pases de espaldas (2, como Bale). En su debe queda que sus continuos intentos le hicieron perder 13 balones.
La explosión de Vinicius, que ha ido caminado por el fino alambre que a menudo separa la genialidad de la pifia, ha llevado a su entrenador a darle una pensada a sus planes. Porque Vini ha empezado a acompañar las buenas sensaciones con buenas estadísticas, sacándose de encima la etiqueta que le reducía a excelente revulsivo: ha intervenido en cinco goles en sus últimas siete titularidades. Eso son tres tantos y dos asistencias, y eso ha pasado en noches de las que marcan una temporada: la ida frente al City, el Clásico del Bernabéu, el liderato liguero ante la Real...
En el club y en el vestuario destacan el estado físico de Vinicius, de por sí explosivo. La clave está en su confinamiento, durante el que el atacante trabajó sin descanso. No quería perder el fuelle que había lucido en febrero y marzo, menos todavía sabiendo que Hazard estaría disponible con la reanudación de la competición, y unió a la rutina diseñada por Dupont la de su fisioterapeuta personal, Thiago Lobo, al que fichó en abril de 2019. Con él, Wesley Menezes y Luis Filipe Menegate, amigos que viven en su casa, se ejercitó en doble sesión cada día de la semana, con un total de tres horas y media por jornada. El objetivo era potenciar sus músculos, estar más fibrado. Se partía de la premisa de no ganar masa porque no la necesita y podía arriesgarse a perder esa velocidad vital para sus regates y su explosividad. Su peso, por lo tanto, apenas ha variado.
Arropado. Otro elemento a destacar ha sido el apoyo constante de Zidane, un entrenador con un don psicológico en el trato con los jóvenes, y su cuerpo técnico. Cuando empezó la temporada, Vinicius le pidió ayuda con los tiros a puerta.
Quería hacer sesiones extra para mejorar esa faceta.
Al francés le sorprendió y se volcó con él. Dependiendo de la agenda, suelen ensayar dos o tres días a la semana. Vini, que por edad (19 años) casi no vio en directo a Zizou, ha estado buscando sus vídeos en Youtube desde que el marsellés inició su segunda etapa en el banquillo blanco. Los disfruta como de la cercanía del míster, que en su peor momento, cuando no le convocaba, fue cariñoso con él y le explicó los motivos de sus llamativas ausencias.
Números Intervino en 5 goles (marcó 3, dio 2) en sus últimas 7 titularidades