Dusko Ivanovic

Ivanovic regresó en diciembre al Baskonia y ha enderezado el rumbo de un equipo que vuelve a reinar en la Liga una década después del 2+1 de San Emeterio. En 2010, también estaba él en el banquillo.

—¡Enhorabuena por el título! —Muchas gracias. Aprendimos la lección del primer partido con el Barça, sobre todo en el segundo tiempo. Supimos leer mejor el juego, en defensa y en ataque. Al final, contra un gran equipo, el último balón decide y nos salió cara. Nos lo hemos merecido. Y no sólo por el torneo, también por el trabajo que han hecho estos chicos durante la cuarentena y después. Han trabajado muy bien. Alguien, al felicitarme, me ha dicho que había sufrido mucho. Son jóvenes, no lo entienden. Si al sufrimiento le das un sentido se convierte en motivación, en placer. Ellos lo aprenderán. —¿Qué siente al conseguir de nuevo un título en una nueva etapa en el Baskonia? —Estoy muy contento por mí, por los jugadores, por el club... y por los aficionados. Sé que no estaban aquí, pero los sentíamos. Antes de la final comenté que era una pena no poder jugar con público, porque nuestros seguidores estarían aquí. —¿Cómo ha visto esa última jugada, la de la canasta de Vildoza?

—Polonara ha leído muy bien el juego y Vildoza se ha movido muy bien. Así de simple. Esto no se podía planificar. —Decidir un título a un partido y en el último segundo, ¿se puede pedir más emoción? —Hace diez años ganamos con un 2+1 y dije que la realidad a veces superaba a la ficción. En Valencia nos ha pasado algo similar.