AS (Levante)

De Frutos y dos penaltis meten al Rayo en playoff

El Numancia, con diez desde el minuto 65, se hunde

- MAITE MARTÍN / LA CRÓNICA

Ala quinta fue la vencida. Tuvo que dejar pasar cuatro trenes el Rayo para subirse, por fin, al del playoff. Vallecas saborea este momento, consciente de que todo es posible y de que sufrimient­o, hasta el último suspiro, no va a faltar. Otra vez golpeó la Franja desde los once metros –nadie marca más de penalti– y otra vez encajó demasiado. Aunque ahora gana con oficio y eso, a tres finales vista, respalda su candidatur­a al ascenso. Peor pinta para el Numancia. Su derrota y los resultados rivales le hunden en el descenso. No obstante, los sorianos se mostraron peleones y llegaron a anotar el 3-2 con diez sobre el verde.

El Rayo se subió al partido insistiend­o con sus acercamien­tos a la portería rival, franqueada por cinco defensas. Avisó Mario, con un peligroso latigazo (a pase de De Frutos) que se perdió alto, y no perdonó desde los once metros, después de que --VAR mediante-- Galech Apezteguia señalase penalti por una tímida mano de Escassi. Los franjirroj­os eran dueños y señores de la posesión, pero les faltaba ser voraces en el último pase. Dicho y hecho. De Frutos (espectacul­ar, una vez más) se marchó de sus rivales como una bala, hizo una pared con Villar, para terminar entrando con todo y anotando el 2-0.

El Numancia metió una marcha más tras el descanso, consciente de su olor a azufre. La zaga vallecana despejó un tiro de Noguera, pero luego dejó libre de marca a Higinio, que ponía el 2-1 con la testa. Los visitantes (los peores de Segunda) recortaban distancias y se autoinvita­ban al área enemiga. Cuando mejor pintaba el duelo, peor se les puso. Calero derribó a Villar y el árbitro señaló un nuevo penalti. Algo que provocó las protestas y la expulsión de Higinio, con casi media hora por delante. Villar no falló y certificó el poderío del Rayo desde los once metros –-lleva 11 goles–.

Aún hubo suspense... El tanto de Curro devolvía la esperanza a los sorianos. Entonces, los de Paco apostaron por las posesiones largas y los de Carrión trataban de empatar a la desesperad­a. Las cartas estaban echadas y el Rayo, en playoff.

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Juan Villar fue objeto de penalti y, posteriorm­ente, su lanzador. El delantero anotaba así el 3-1.

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