Bartomeu para el fichaje de Lautaro
La Vanguardia informó en su edición de ayer de la decisión momentánea de Josep Maria Bartomeu de congelar el fichaje del argentino Lautaro Martínez en vista de las pérdidas que se avecinan, unos 200 millones de euros en la temporada 2019-20, que pueden dejar el presupuesto en unos 800 millones con vistas al próximo curso. El Barça, según las informaciones procedentes desde Italia en los últimos meses, ya tenía un acuerdo cerrado con el jugador para firmar por cinco años con el club azulgrana (a 12 millones de euros anuales), y las conversaciones con el Inter iban por buen camino. Pero ahora hay que encontrar el dinero.
La nueva directriz de Bartomeu sólo puede responder a la lógica: no habrá grandes fichajes si no hay grandes salidas. De ahí que el trabajo del Barça, además de intentar colocar como sea a jugadores como Umtiti, Rafinha o Todibo, sea conseguir grandes traspasos por Coutinho, Dembélé y, si se da el caso, Griezmann, aunque el Principito sólo parece ser un comodín desesperado si se intenta el fichaje de Neymar, una utopía a día de hoy por más que volver sea el gran sueño del brasileño y de la plantilla, que hasta propuso aplazar sus sueldos para que el crack el curso pasado.
Esta decisión de Bartomeu también tiene que ver con el control económico de LaLiga, que en su día advirtió ya al Barça de que no veía el traspaso de Arthur como un ingreso al uso, sino como un mero trueque. LaLiga comunicó al club azulgrana que, si quería atacar el fichaje de Lautaro, tendría que hacer traspasos ‘convencionales’ y justificar unos ingresos que supusiesen un porcentaje del fichaje del delantero argentino.
Para el Barça, el problema con Lautaro no es sólo el dinero. Aunque so sólo se deslice sotto voce, en el club son conscientes de que la convivencia deportiva Suárez-Lautaro no sería fácil. No sólo ocupan posiciones similares en el campo. Al final, el uruguayo querrá jugar y, pese a sus 33 años, aún está un escalón por delante del argentino, que cortaría su progresión. Ahí hay un conflicto de intereses. Por eso, el fichaje de Lautaro está en el aire.
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Obstáculos No es sólo un asunto económico; también la sombra de Suárez