El Sevilla en Europa
Bono volvió a vestirse de héroe para salvar a los suyos ● De Jong culminó una cabalgada de Navas para sellar el pase
SEVILLA Ocampos Suso Jordán
De Jong Franco Vázquez En Nesyri Total
M. UNITED
Bruno Fernandes Greenwood Rashford Martial Maguire Pogba
Fred
Total
PUERTA 1 1 0 1 0 0
3
2 2 1 2 0 0 0 7
FUERA 1 1 2 0 1 1 6
4 2 3 1 1 1 1 13
Lopetegui. Banega reclamó por fin la pelota y pidió un penalti cuando se disponía a lanzar; Ocampos se topó los guantes de De Gea y Reguilón, un cohete por la izquierda, encontró por fin a Suso en el segundo palo para que fusilara a placer (1-1, 26').
El partido era físico hasta la extenuación, como un combate de boxeo sin tiempo de descanso entre los asaltos. Hasta Lopetegui y Solksjaer se picaron en la banda. El United asustaba cada vez que asomaba por el área sevillista. El Sevilla amagaba sin apenas chutar.
El ritmo se tornó tan infernal que ni siquiera en el descuento del primer tiempo los equipos se dejaron de intercambiar golpes.
Tampoco hubo tregua nada más volver de vestuario, básicamente por culpa del United. Bono sostuvo una tremenda embestida inglesa con cuatro intervenciones estratosféricas, tres de ellas a Martial. Lopetegui intentó sostener la sangría de ocasiones rivales con un doble cambio (De Jong y Munir), que incluyó sorpresa o no tanto: quitar del campo a su goleador, Ocampos, al que no le había salido nada. Como ha ocurrido tantas veces en los últimos tiempos, la lectura de partido del entrenador vasco fue perfecta hasta cambiar el partido. El Sevilla reclamó indignado una mano de Bruno Fernandes en la barrera dentro del área y, al poco, Mudo encontró a Navas, el palaciego centró al área y De Jong ejecutó (2-1 78'). Un gol armado por dos de las sustituciones, un final del partido con Colonia convertido en Nervión, entre los gritos de locura de los 100 sevillistas de la expedición, que parecieron 100.000. El United casi había claudicado y lo que quedaba se jugó al ritmo del mago, ese diablo vestido de blanquirrojo: Éver Banega.