De tartamudo a león del Leipzig
Dayot Upamecano es un visitante habitual en el zoo de Leipzig. Casi siempre hace la misma ruta. Nada más acceder al recinto, deja de lado a los okapis y suricatos para dirigirse hacia al cercado en el que habita su animal preferido: el león. Un cuadro en el salón de su casa muestra al central de moda de Europa junto al rey de la selva, ambos rugiendo con la boca abierta. “Me encanta su forma de ser“, dice el francés. “Desprenden algo majestuoso y, a la vez, tranquilo. Sólo cuando se les provoca o atacan a su manada se vuelven peligrosos. Son un poco como yo“, subraya.
Siempre fue así. Vistiendo la indumentaria del flamante semifinalista de la Champions al igual que sobre los campos de asfalto en su ciudad natal (Évreux), donde sólo dejaba de tartamudear cuando daba órdenes a sus compañeros. “Estaba tan concentrado que ni pensaba en cómo respirar“, recuerda. Gracias a un logopeda aprendió a controlar su déficit de articulación. Gracias a Ralf Rangnick, ex responsable del área deportiva de la Red Bull, terminó fichando por el Salzburgo y luego por el Leipzig. Y Upamecano cumplió con las expectativas, tal y como volvió a poner a prueba con el partidazo que se marcó frente al Atlético.
En Leipzig ya tienen más que asumido que tendrán que ir buscando un sustituto para el año que viene. Upamecano, consciente de que en el club germanoriental puede seguir consolidándose en la élite, decidió renovar su vinculación hasta 2023 a pesar de tener a media Europa detrás de él. Eso sí: su agente Volker Struth, quien mantiene una excelente relación con el Real Madrid debido a su cliente Toni Kroos, incluyó una cláusula de 45 kilos que muchos estarán encantados de pagar por un central que lo reúne todo: físico, velocidad y juego. Pero Upamecano no está hecho para muchos. Está hecho para el Real Madrid.