AS (Levante)

Llull lidera al Madrid

Laso deja en casa a Campazzo, Rudy y Randolph ● El menorquín, ahora escolta, anota 18 puntos en 17 minutos

- RICARDO GONZÁLEZ PRIMERA JORNADA

La vuelta del Gipuzkoa a la ACB, después de meses de trabas y de completar la plantilla de una tacada en menos de una semana, fue esperanzad­ora para el club de San Sebastián, que de momento jugará en Bilbao de local, en Miribilla, por obras en su pabellón. El estreno llegó ante el campeón de la Supercopa, que perdió efectivos antes de emprender el viaje, pero que tuvo de líder a un destacado Sergio Llull (18 puntos en 17:11 con 7 de 12 en el lanzamient­o). Ni Campazzo ni Rudy ni Randolph (los dos últimos con molestias físicas), tampoco Tisma, habían volado con sus compañeros, que lo hicieron ayer mismo.

Era el tercer duelo del programa inaugural de la ACB, sin embargo, los aplazamien­tos dieron a los dos equipos la posibilida­d de alzar el telón liguero junto al Granca-Bilbao. La puesta en escena no fue una exaltación del baloncesto, más allá de que el GBC diera la talla. El

Madrid pecó de remolón y, quizá más, de falta de concentrac­ión: se despistó en el rebote y perdió algún balón extra.

Laso, que llamó al orden a los suyos en un tiempo muerto rápido, apostó de inicio por Laprovitto­la, Taylor y Causeur, que no actuó en Tenerife. El francés embocó un triple y un par de sus entradas, aunque fue de los primeros en irse al banco. Le relevaba Llull. Nueve puntos seguidos en el segundo acto. Rapidez de piernas y de mente. En los locales, a su técnico, Marcelo Nicola, le gustaron los recursos del colombiano Jaime Echenique, de 2,11.

El Madrid apretó atrás en la reanudació­n, con Carroll por primera vez sobre el parqué. Boom Boom enlazó 11 puntos y su equipo, más serio en lo básico y con Laprovitto­la bien al timón (4 de sus 6 asistencia­s entonces), cogió la primera ola buena de la noche: 49-61 tras un 11-0. Pero Magarity agarraba una racha y Garuba se iba al banco para cubrirse la cabeza con una toalla, como hacía Doncic en los malos tragos: 64-68. Había pulso y, ahora sí, lo quebró Llull. Dos triples y entrada soltando el balón muy pronto y muy alto. “Estoy trabajando nuevas habilidade­s técnicas para depender menos del físico”. Faena de aliño blanca en una Liga de vértigo.

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Sergio Llull, del Real Madrid, ejecuta un lanzamient­o acrobático ante el intento de tapón de Jaime Echenique, del Acunsa Gipuzkoa.
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