El trato a Mirotic enciende al Barça
Lo de la Supercopa.
La ACB empezó ayer, pero el lío en el baloncesto arrancó el domingo pasado en la final de la Supercopa de Tenerife. Hace tiempo que en el Palau están que trinan con los árbitros. Concretamente, desde la polémica final de Copa de 2019 que el Barça ganó en el Wizink Center. Entonces, el Madrid, además de quejarse amargamente por el arbitraje (“una vergüenza”), se escuchó a Rudy y Felipe a su llegada al vestuario, filtró que estaba dispuesto a marcharse de la ACB después de lo que consideró un arbitraje parcial a favor del Barça. Fue la final del golpe en la cara de Randolph a Singleton (no se pitó ni falta) y del tapón legal del mismo Randolph, invalidado por los árbitros. El Barça está convencido que, desde aquella final, cambió la tendencia. Y después de la final de la Supercopa del pasado domingo, la palabra que sale es concretamente esta: “Indignación”.
Distingos.
Al Barça le parece que Campazzo está sobreprotegido por los árbitros y no ve normal que al argentino, agresivo en defensa, se le pitase la primera falta en el minuto 38 de la final de la Supercopa y a Mirotic se le pitasen dos nada más empezar. Mirotic es el capítulo clave de esta historia. El hispano-montenegrino, llegado como gran reclamo de la Liga Endesa la pasada temporada, tiró 64 tiros libres en sus primeros seis partidos de azulgrana (10,66 de media). Sin embargo, esa cifra fue decreciendo hasta llegar a la burbuja de Valencia. Allí lanzó la mitad (5,4 por partido) y, en la final ante Baskonia, sólo tiró uno. En el Barça creen que el runrún que se generó a principios de la temporada pasada sobre la cantidad de tiros libres de Mirotic ha pesado en los árbitros. Mirotic le hizo un comentario al presidente, Antonio Martín, nada más terminar la final de la Supercopa. Digamos no muy satisfecho.
El organigrama.
La dirección técnica de arbitraje de la ACB ya le reconoció al Barça hasta 12 errores en su contra en la final de la burbuja. Al Baskonia le admitió ocho. En las oficinas del Palau están convencidos de que el modelo de arbitraje es mejorable. El director técnico es Xavi Torrico, que es valorado por los clubes por su pulcritud, ética y profesionalidad, pero sin experiencia de campo porque no dirigió en las canchas. Eso merma, según el Barça, su capacidad para controlar los criterios de los árbitros de experiencia. La temporada ACB tendrá mucho picante. El Madrid de Laso sigue admirable y hegemónico; pero el Barça cree que ha estado mirando mucho tiempo hacia otro lado y es hora de ponerse vigilante.