Derrota con premio
El Granada alcanza los dieciseisavos gracias a la victoria del Omonia
EI Granada ya tiene el billete para dieciseisavos de final con una dulce derrota. No pudo ganar, ni siquiera empatar ante el PSV, pero la victoria del Omonia ante el PAOK clasifica a holandeses y nazaríes, que siguen haciendo historia. En su primera participación europea han superado la fase de grupos y se jugarán el liderato en la última jornada. El pase ya está en el bolsillo, aunque haya tenido que ser gracias, curiosamente, al gol de un español, Jordi Gómez, en Nicosia.
El PSV sabía que tenía que ganar sí o sí y salió dispuesto a mostrar su mejor versión. Con el balón, tocando y sometiendo a un Granada que no sufría, pero tampoco inquietaba a los holandeses. Malen dio el primer aviso, aunque su remate se fue lamiendo el palo. Respondieron Machís y Soldado en una doble ocasión. Pero fue un espejismo. Porque el dueño del partido era el PSV. Y en el 38’, con una gran internada, Max le puso el balón perfecto a Malen, que en el primer palo abrió el marcador. El gol no hizo reaccionar a los nazaríes, que llegaron al descanso mirando el partido de Nicosia.
Tras la reanudación, no hubo tampoco reacción. Esta llegó con los cambios de Diego Martínez, que reactivó al equipo con la entrada de Foulquier y Suárez. El colombiano pudo ser objeto de penalti, aunque no lo vio así el árbitro. La tuvo también Yangel tras una buena jugada por la izquierda y Mvogo evitó el tanto de Soldado. El Granada insistía porque no sabía lo que estaba pasando en Nicosia. En el campo, el gol era el único objetivo, pero no llegó. Y, tras el pitido final, Diego Martínez dio la noticia a los jugadores. Dulce derrota; ahora, a por el liderato.
Líder El equipo andaluz depende de sí mismo para acabar primero