Koeman da al fin con su sala de máquinas
El técnico holandés ha recuperado el centro del campo con el regreso al 4-3-3 y el cambio de roles de Pedri y De Jong
Aunque Koeman insista en que no es cuestión de sistemas, sino de futbolistas y de interpretación de juego, ciertos cambios le han hecho bien al Barça, un equipo que históricamente se ha construido desde el centro del campo y lo había perdido en los últimos tiempos por las marchas de Xavi e Iniesta (aparte de las ventas de Thiago y Cesc) y el desgaste de Rakitic y Busquets. Koeman llegó con una idea clara. Jugar con un 4-2-31 que protegiese a Busquets y, en general, a todo el equipo. La supuesta idea era que Pjanic y De Jong ocupasen el doble pivote, pero resultó evidente desde el principio que al rubio de Zaandam no le convenció el bosnio en esa posición y que Busquets sería innegociable mientras el físico le aguantase.
Koeman flexibilizó sus posturas después del 2-1 de Cádiz y el 0-3 contra la Juventus. El 4-2-3-1 ha virado al 4-3-3. Con tres detalles importantes. Busquets sigue siendo el jugador ancla. No da un gran despliegue pero su posición es el termómetro del Barça. Si Busquets está bien colocado, el equipo responde. Pedri, que empezó la temporada jugando de mediapunta o tirado a una banda, se ha metido dentro de la sala de máquinas. Además de un tremendo talento, tiene una excelente base física que le permite abarcar espacio.
Pero el cambio más sorprendente ha sido el de Frenkie de Jong. Es el jugador que más pases da en el Barça y en toda LaLiga (1.297). Sin embargo, en los últimos tres partidos se le han visto hacer cosas que sólo había enseñado con cuentagotas en su primer año y medio. Se ha soltado y pisa mucho más el área. Cuando Messi retrasa su posición para recibir y crear, él se despliega y rompe con desmarques. Está pisando mucho más el área. Gol ante el Huesca, asistencia ante el Athletic...
Que Koeman cree en ese centro del campo tiene relación directa con los minutos que les ha utilizado. De Jong supera los 1.500 minutos en LaLiga y Busquets y Pedri rebasan los 1.100. Los teóricos sustitutos han jugado poquísimo. Pjanic, 388 minutos; Aleñá se marchó con apenas 46 minutos y Riqui apenas ha tenido 22 minutos. De momento, esa ‘nueva’ sala de máquinas es intocable en el Barça.
Decisión El cambio de sistema se gestó tras las derrotas ante Cádiz y Juventus