El análisis de datos cuantifica el ‘efecto Lucho’ en el equipo
Luis Suárez es feliz en el Atlético y el Atlético es feliz con su goleador. El de Eibar fue el último capítulo de una relación que funciona y que tiene al equipo líder destacado y al futbolista, luchando por el pichichi. Esta noche, además, recibe a un rival que se le da muy bien. Al Valencia le ha metido 12 goles ya, ningún equipo se ha llevado más (el Norwich y, desde el jueves, el Eibar han recibido los mismos). Suárez es la gran amenaza para los de Gracia.
El uruguayo, que hoy cumple 34 años, ha jugado 14 veces contra el Valencia y, además de la docena de tantos, sólo ha conocido una derrota, un 1-2 en la temporada 15-16. Aquella campaña, por otro lado, Suárez vivió una de las mejores noches de su carrera como delantero. Fue en la ida de la semifinal de Copa y el charrúa consiguió cuatro goles (y una asistencia) en el 7-0 que se llevó el Valencia de Neville. A los 11 minutos ya llevaba dos y completó el póquer en la recta final.
Aquella fue una de las ocho veces, tres con el Barça, en las que Suárez ha marcado cuatro goles en un partido oficial. Su récord, no obstante, está en los seis que marcó en un WHC Wezep-Ajax (1-14) de 2009. En el Atlético, por ahora, ha tenido que conformarse con los tres dobletes (Granada, Elche y Eibar) que le tienen casi en lo más alto de la tabla de goleadores. Suficiente para tener a su nuevo equipo luchando por una nueva Liga (la que sería la sexta en su palmarés en Europa, tras las cuatro que ganó con el Barça y una anterior con el Ajax), con cierta holgura sobre sus perseguidores.
Ahora, Suárez pasa un momento dulce en el equipo rojiblanco. Ha demostrado que sigue sabiendo hacer lo que le ha llevado a lo más alto, el físico le está respondiendo, más allá de las limitaciones que ya se le conocían, y sus compañeros alucinan con él y su facilidad para hacer goles de la nada.
Mientras, Dembélé ha llegado para reforzar la línea de ataque. El francés se aclimata al vestuario y a las órdenes del cuerpo técnico para servirle pronto de relevo, incluso de acompañante en el ataque. Esta noche, sin ir más lejos, podría hacer su estreno como rojiblanco. Pero antes, será el turno de Luis Suárez.
■ Hay un dato que evidencia la pegada del Atlético: es el equipo con mayor diferencia entre los puntos reales y los puntos esperados (xP). Esta métrica del análisis de datos establece el resultado en función de la calidad de las ocasiones generadas y la probabilidad que estas tenían de ser gol. Así, se observa a través del sitio especializado en Big Data Understat que el Atlético tiene 44 puntos por los 31,78 que debería llevar. El dato se cimenta en lo certero que es en el remate y en un notable poder defensivo.
A lo primero colabora su nuevo goleador. El efecto Suárez tiene su cuantificación en el análisis de datos. El uruguayo suma 11 goles, mejor que lo que se podría esperar en función de la situación de sus remates (xG). Su xG en LaLiga es de 7,58. El charrúa está muy preciso. En Ipurua fue un claro ejemplo. Se inventó un gol casi de la nada y, después, no perdonó desde el punto de penalti. Suárez está esta temporada en 0,98 goles cada noventa minutos. Es el mejor promedio goleador del uruguayo desde la temporada 201516, cuando cerró LaLiga con 40 goles.
Refuerzo Dembélé se aclimata para debutar cuanto antes, quizá esta noche