“A mí, copiar en el fútbol no me gusta nada”
■ Incómodo cuando tiene que hablar de Mbappé, Neymar, Messi, el Madrid, el Barça, su futuro… Mauricio se calza las botas cuando la conversación deriva hacía lo futbolístico. —¿Queda algo del Pochettino que hizo prácticas en el Espanyol femenino? —Mucho. Era una parte del fútbol desconocida para mí. Valoré muchas cosas que uno no valora cuando está en la burbuja profesional. Salir de ahí me incrementó la pasión por el fútbol. La pelota de fútbol es la pelota de fútbol y todo lo que podemos llegar a ser en la vida se mueve a través de la emoción que transmite esa pelota. El fútbol no es solo un deporte, es una forma de vida. Como entrenadores tenemos la responsabilidad de que la esencia del fútbol no se pierda. —Sus equipos son carne y pescado. Un día busca la posesión, otro tira del contraataque. Unos juega con tres atrás, otros con cuatro… Tienen un poco de todo.
—El fútbol como juego es tener el balón y buscar estrategias para engañar al rival, meter el balón en la portería y evitar, al mismo tiempo, que el contrario lo meta en la tuya. La riqueza táctica te hace no ser previsible. Hay muy pocos entrenadores que puedan fichar a los mejores del mundo. Lo normal es adaptarte a lo que tienes y encontrar la forma de que rindan lo mejor posible. El sistema es un número inerte, un punto de referencia, pero no marca la filosofía de un equipo. —¿Por qué considera que el portero es el jugador más importante de un equipo? —Porque defiende el espacio más importante dentro de un campo de fútbol. Cada vez es más fundamental. Marca la intención de un equipo a la hora de la estrategia a utilizar. —Dice Del Bosque que ahora al entrenador del equipo que no sale jugando desde atrás le quitan el carné…
—Es una de las personas con más sentido común. Y en la simpleza de cómo lo explica está la riqueza. Estoy de acuerdo con él. Las cosas se hacen a veces porque son fashion o porque las marca cierto equipo que ha ganado y al final se copia. Y a mí copiar no me gusta. Uno tiene que tener la capacidad de crear y de procesar la idea con emoción para trasladarla a los jugadores. El copiar por copiar no tiene éxitos y genera conflictos en el juego. —Y si le dicen hace un año que el Atleti de Simeone iba a salir jugando desde su área con los centrales, iba a dar veinte pases por dentro… —Es parte de la evolución de todo entrenador. La identidad del Cholo está ahí. Es la pasión, ese espíritu competitivo. Es un número uno. Siento admiración por como ama el fútbol, más allá de que podamos coincidir en otros detalles de filosofía del juego. El cambio que ha hecho habla de su inteligencia para adaptar sus ideas a los jugadores que tiene. —Cinco pases laterales o dos perpendiculares… —Depende… Un equipo tiene que tener la capacidad de saber cuando acelerar y cuando tiene que poner una pausa. Lo ideal es el equilibrio.
El portero defiende el espacio más importante dentro del campo”
—Le aburre el discurso de jugar bien y de jugar mal… —La estética hay que mantenerla. Lo más importante es ganar, por supuesto. Nos volvimos radicales en las ideas. Los que dicen que el fútbol sin la estética no es nada y los que dicen que el fútbol sin el pragmatismo de la simpleza y del no importa cómo, tampoco es nada. Estoy en el medio. Respeto que haya juego directo, marques un gol y después defiendas 90 minutos sin crear otra oportunidad. Está muy bien si ganas partidos y títulos. Pero también está bien ganar 54 y dar espectáculo con transiciones de área a área. A otros les gusta más el juego lateralizado, de posesión, de construir, de tardar tres minutos en llegar de tu área a la contraria. Si juegas mal y no ganas te vas a la calle, pero si juegas bien y no ganas también te vas a la calle.
El reloj mostraba las 14:05 y la pantalla del canal de YouTube del Leganés seguía con la misma imagen. Una foto de Asier Garitano que anunciaba su presentación (como si hiciera falta presentarlo) prevista para las 14:00. El retraso provocó inquietud entre los pepineros y sus redes sociales, único espacio en el que ahora pueden expresarse. Había ganas de verle. De escucharle. Cuando la pantalla cambió de plano y lo mostró junto a Txema Indias, director deportivo, la sala de prensa de Butarque mutó a una máquina del tiempo. El pasado reflejado en el presente con esperanzas de futuro.
En un acto sencillo y telemático, de normalidad, como a él le gusta, Asier retornaba, aunque nunca se fue. Siempre había permanecido en el subconsciente de una entidad que ahora lo necesita en carne y hueso para devolverla a Primera. Aunque a Garitano verbalizar el sueño no le gusta. “Me olvido de la clasificación. Eso desgasta mucho. Nuestra idea es potenciar todo el buen trabajo que se ha hecho hasta ahora”, piropeó con la voz rasgada (los seis meses sin entrenar pasaron factura en su garganta) a Martí, el técnico saliente.
Así que el primer mandamiento del Garitanismo 2.0 quedaba claro: nada de hablar de ascensos. El segundo, impulsar un grupo que no ha hecho él. “Mi trabajo es adaptarme. La plantilla es buena y amplia, nos ofrece muchas variantes. Los protagonistas son los jugadores, no yo”, dijo restándose importancia pese a que el club anhelaba su retorno cual mesías ya en verano. “¿Qué ha cambiado? Mi cabeza. Me tenía que arreglar conmigo mismo. Coger esa ilusión para estar en esta profesión. Sabía que era cuestión de tiempo”, reconoció.
También admitió, sin rubor, que no ha tenido más ofertas tras su despido del Alavés. “He aceptado porque el reto es bonito. En esa seguridad que me da esta ciudad, este equipo, queremos hacer las cosas bien otra vez”, zanjó con una sonrisilla pícara en la cara a eso de las 14:25 antes de que la imagen de YouTube se fundiera a negro. Fin de la comparecencia en Butarque. Reinicio de la esperanza en Leganés.
Ilusionado “La plantilla es buena y amplia, nos ofrece muchas variantes”