Deck salva la racha
El Madrid lleva desde 1998 sin perder en el Nou Congost ● El argentino anota 11 puntos en los últimos cinco minutos
Lo que parecía una visita más del Madrid al Nou Congost, una cualquiera de estos últimos 23 años, estuvo muy cerca de acabar con una de las grandes rachas del baloncesto español, la que dice que los blancos no caen en Manresa desde 1998, dese que el entonces TDK ganara la Liga. Los de Laso llegaron a dominar por 12 en la segunda parte, pero los locales redujeron la brecha hasta tener el tiro triunfal que perseguían para romper la maldición, un triple esquinado de Janning en una jugada perfecta tras tiempo muerto que solo tuvo un fallo, que no entró.
Hasta ese instante de cara o cruz, Deck había salvado a los suyos con 13 puntos en el cuarto final, 11 de ellos en los últimos 4:30. La boya que flotaba cuando el aro se había cerrado en una canasta (5 de 23 en triples) y el adversario golpeaba duro en la otra: Dani García, Mason, Vaulet y Eatherton agruparon 5 de 8 entonces. Gran labor colectiva para alcanzar la orilla con opciones pese a ceder 69 a 98 en valoración.
La puesta en escena blanca había sido buena (2-12), pero cuando el Baxi Manresa ajustó atrás, el líder empezó a acumular imprecisiones (8 pérdidas al descanso) y errores en el lanzamiento (marró sus nueve primeros triples). Laso, ante la doble jornada de la Euroliga que se avecina (Efes y Olympiacos), rotó mucho de inicio a sus jugadores, aunque al final Deck y Tavares rondaron los 30 minutos.
La aparición de Ferrari y la manita de Eatherton, más el buen trabajo defensivo, permitieron a los catalanes firmar un parcial de los de enmarcar: un 23-7 con el que tomaban ventaja (25-19). Causeur tuvo un tramo de inspiración máxima y Tavares volvía a cancha para seguir intimidando. El Madrid recuperaba el mando con un triple sobre la bocina de un buen Alocén. No lo perdería, aunque el sufrimiento en el desenlace fuera extremo. En la reanudación daba un pasito en defensa y, con el canterano Vukcevic de cuatro, abría hueco (35-47).
El Manresa practica un baloncesto inteligente y sabe moverse en el barro y optimizar recursos. Armó una reacción más cerebral que vehemente. Limitó al líder y respondió con puntería y temple para limar la desventaja, incluso pese al acierto de Deck. A falta de 7 segundos, 7375 y bola de partido. La acción culminó con un pase en paralelo a la línea de fondo que permitió a Janning acariciar la victoria. Falló. Al Manresa le faltó un punto mientras que al Madrid se le disparó el pulso. Buen ejercicio para el corazón en una semana decisiva en la Euroliga.
La pareja formada por el base Thad McFadden (decisivo en el último cuarto) y el ala-pívot Jasiel Rivero permitió que el Hereda San Pablo Burgos, mermado por el coronavirus, diera la campanada en Málaga, frente a un Unicaja al que remontó una desventaja de 14 puntos. Entre ambos jugadores visitantes sumaron
GIPUZKOA OBRADOIRO
Faggiano (7), Oroz (11), Radoncic (15), Carlson (0) y Okouo (15) —cinco inicial—, Dee (2), Magarity (13), Span (3), Motos (0) y Olaizola (0).
Beliauskas (2), Robertson (12), Daum (9), Suárez (0) y Birutis (8) —cinco inicial—, Oliver (6), Cohen (2), Muñoz (0), Ozmizrak (5), García (0), Enoch (17) y Czerapowicz (18). 52 puntos (26 por cabeza) y 59 de valoración (33 y 26 respectivamente).
Una gran conquista, en un duelo por la sexta plaza, porque el Unicaja anotó hasta 16 triples con un 55% de acierto, lo que da más mérito al triunfo de los de Peñarroya, que se impusieron en el último cuarto por un rotundo 17-31. El equipo malagueño naufragó completamente en defensa, sobre todo en la segunda parte, frente a un Burgos que contaba con la palma de una mano los entrenamientos realizados en las tres últimas semanas por un brote de COVID-19 y que venía de jugar el miércoles en Riga (Letonia) en la Champions.
se reencontró con la victoria en un momento clave, al imponerse a un rival directo por la permanencia como el Acunsa Gipuzkoa Basket, al que dominó tras el descanso. Obradoiro, con Enoch y Czerapowicz de dulce, no iba a dejar escapar la oportunidad de dejar muy tocado al equipo vasco, colista de la liga.