Olmo deshace
El delantero del Leipzig da la victoria a España con un gol en el 92' ● Kvaratskhelia adelantó a Georgia
Pedro Porro fue la gran novedad en la alineación de Luis Enrique y se convirtió en el decimosexto jugador extremeño que debuta con la Selección. Además es el primer jugador de Badajoz que juega con La Roja desde el 23 de febrero de 2000 cuando lo hizo Víctor Fernández. También hay que destacar en los últimos 26 partidos de España han debutado 27 futbolistas.
El fútbol es tan grande o tan pequeño como él quiera. La pelota manda, así que el partido entre Georgia y España, que amenazaba en el minuto 91 con llevarnos al diván del psicólogo, se tornó en el 92 en una victoria que nos garantizó la sonrisa para el resto del domingo. Tras mil y un toques no habíamos conseguido romper la resistencia georgiana y, de repente, un disparo lejano de Olmo y un desliz del meta Loria dibujaron el 1-2 en el marcador. Para marcar gol hay que tirar a puerta. Así de fácil. Pregunten a la pelota.
La Roja se presentó al tapete con siete cambios, se dice pronto. Luis Enrique revolucionó el equipo que había tropezado ante Grecia, no quedaba otra. Aunque en la previa decía sentirse orgulloso del trabajo de medio campo hacia atrás (“creo que es el mejor partido a
PEDRO PORRO, 16º INTERNACIONAL EXTREMEÑO
nivel defensivo de mi carrera como entrenador”, dijo), el asturiano decidió tocar todas las líneas en Tiflis. Sólo repitió el portero, Unai Simón. El alavés debutó con la Selección el pasado octubre, en el amistoso con Holanda; desde entonces ha encadenado cinco partidos como titular, lo que más de uno entenderá como la mejor credencial para convertirse en el portero de España en la Eurocopa. En defensa entraron Porro, que debutaba, Llorente y Alba; en el centro del campo lo hicieron Busquets, Fabián y Pedri; y arriba, Bryan Gil, que con los veinte minutos de algarabía en el Nuevo Los Cármenes se ganó el puesto en el once. Por cierto, se trataba del once titular más joven de la Selección (24 años y 226 días de edad promedio) en un partido oficial desde marzo de 2005, frente a Serbia (0-0). Cortesía de Mr. Chip.
El primer incordio llegó pronto, a los seis minutos, con la amarilla a Diego Llorente, que recurrió al blocaje para frenar una contra de Kvaratskhelia. Kankava, la roca, era el capitel que sustentaba a Georgia. Tenía en esta ocasión a Gvilia como compañero en el doble pivote, un andamiaje clave para que el equipo no se rompiera. Gvilia representaba junto a Kakabadze, Kiteishvili y Zivzivadze las novedades de Sagnol respecto a su debut con la selección ante Suecia.
Poco después, Kvaratskhelia forzaba otra amarilla en una incursión en esta ocasión frenada en falta por Porro. Era el minuto 12 y el talento de la perla del Rubin Kazan ya había hecho de las suyas. Iría a más a medida que avanzara el partido, perdón por el spoiler. Los aficionados, unos 18.000, se hicieron notar en el paradón de Simón a cabezazo