La integridad del deporte
Salvaguardarla es algo vital
La integridad del deporte es el valor supremo a proteger, hoy toca también luchar por la percepción pública del mismo. Es bien conocida la cita de Julio César: “La mujer del César no solo debe ser honrada, sino parecerlo”. Esta semana vimos, en horario de máxima audiencia, cómo Eufemiano Fuentes ponía en duda la integridad de deportistas, instituciones y de alguno de los grandes hitos de nuestro deporte.
La integridad y los valores intrínsecos del deporte son la esencia del mismo, y cuando encontramos casos de dopaje o amaño de partidos, nuestra fe en el propio deporte se resiente. Debemos perseguir con absoluta determinación todos los casos en los cuales se vean vulnerados estos valores, pero en ningún caso tolerar la difusión de sospechas infundadas, camufladas bajo el “si yo hablara…”.
Una determinación que creo conocer bien dada mi experiencia como director general del Consejo Superior de Deportes y presidente de la Comisión Nacional Antidopaje desde 2000 a 2004 (entre los Juegos Olímpicos de Sydney y de Atenas). Durante esos años me tocó lidiar con casos tan notorios en su día como el de Carlos Gurpegi, que acabó suponiendo graves amenazas en mi domicilio, o el no menos conocido asunto de Jesús Manzano. Le creí y entendí que era mi deber moral luchar por la integridad del deporte español. Lo siguiente ya es conocido e historia. Fue, como me advirtieron, el fin de mi carrera en política.
El deporte es un sector especialmente mediático, no solamente el fútbol, amplifica cualquier información y si bien es vital salvaguardar la integridad del mismo, también es importante la percepción pública que existe de nuestros hitos. Es por ello que ante acusaciones de este calado se debe actuar categóricamente. Lo hizo Rafael Nadal ante las acusaciones injuriosas de la ex ministra francesa Bachelot y según parece ya ha anunciado el Real Madrid que tomará acciones legales contra estas insinuaciones. Confío en que otros importantes damnificados actúen y protejan su honorabilidad.
Soy el primer enemigo de las defensas ‘quijotescas’ a deportistas con indicios serios de haber traicionado la credibilidad depositada en ellos y critico públicamente los ‘blanqueamientos’ y premios para algunos deportistas vinculados por estas tramas. Puerto, Grial o Galgo son los nombres de la vergüenza en nuestro deporte, pero la sombra de la sospecha no debe manchar la percepción sobre los grandes éxitos de nuestro deporte que son referencia absoluta dentro y fuera de nuestro país.
Infundado “No se debe tolerar la difusión de sospechas bajo el “si yo hablara...”