El Bayern sentencia la liga
No le hizo falta al Bayern de Múnich su gran estrella para dejar prácticamente sentenciada la que sería su novena Bundesliga consecutiva. Sin el lesionado Lewandowski (el kíller polaco también se perderá la eliminatoria de cuartos de Champions frente al PSG), el todocampeón se impuso por la mínima a un Leipzig sin pólvora gracias a un tanto de Goretzka y vuelve a poner rumbo de crucero hacia la ensaladera. A falta de siete jornadas para el final, el conjunto dirigido por Hansi Flick amplió a siete puntos la diferencia con respecto al Leipzig en segunda posición de la tabla y ya parece inevitable que no vuelva a defender el título. Hace tiempo que nadie puede con este Bayern en Alemania. Salvo sorpresa, esta temporada tampoco le arrebatarán el trono.
Tuvo el Leipzig controlado el partido desde el principio. Fue el conjunto más activo, peleó la posesión al Bayern, eso sí, sin llegar con demasiada claridad al marco protegido por Neuer. Más de lo mismo en el lado contrario, donde el campeón echó en falta la presencia de Lewandowski en ataque, baja de larga duración debido a una lesión en la rodilla. El guion del partidazo de la Bundesliga no cambió hasta pasada la media hora, momento en el que apareció la inigualable calidad en la medular bávara. Kimmich vio a Müller en profundidad, el mito muniqués se la sirvió en bandeja a Goretzka y el ex del Schalke fusiló a Gulacsi para hacer el primer y único tanto del partido. Pura pegada.
El tanto fue un jarro de agua fría que despertó aún más a los locales. Nagelsmann no se lo pensó. Ingresó a Kluivert por Forsberg para acosar a la zaga muniquesa y la apuesta funcionó. En apenas cinco minutos, el conjunto patrocinado por la Red Bull dispuso de tres clarísimas para empatar el choque. Nkunku, Sabitzer y Dani Olmo, titular tras sus goles con la Selección, estuvieron a punto de volver a meter en el partido a un Leipzig que retrató a la frágil zaga muniquesa al comienzo de la segunda mitad. Entraron Sorloth y Poulsen. Más madera para un ataque sajón que sigue pagando caro su ineficacia de cara a puerta. No entró el cuero. Resistió el Bayern. Y, de nuevo, vuelve a acariciar la ensaladera.