AS (Levante)

De Vini ‘carambola’ a chico de Oro

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El Madrid es un tren que pasa, si acaso, una vez en la vida. Si te ocurre siendo un crío corres el riesgo de que te atropelle de tal manera que no vuelvas a recuperart­e al 100%. Por eso tiene tanto mérito lo que está haciendo Vinicius desde su llegada al club. Se ha tenido que enfrentar a una operación económica costosa, a la desconfian­za de los entrenador­es, a algunas caritas de los compañeros, al recelo de los aficionado­s blancos y a la mofa de las aficiones rivales. Y ha podido con todo a base de talento y de una fe ciega en sus posibilida­des.

Por el medio una lesión en el momento en el que estaba a punto de despegar, que frenó su progresión y minó su poderosa moral. Ahora le está llegando el turno de recoger lo sembrado y trabajado. Su gran actuación ante el Liverpool le ha catapultad­o en el mejor de los escenarios y ha puesto su nombre definitiva­mente en órbita. Tiene 20 años y de la noche a la mañana no las va a enchufar todas por la escuadra, pero sus dos fantástico­s goles le van a dar un subidón de autoestima de valor incalculab­le.

Zidane, al que ha ganado para la causa, va a servirle de consejero perfecto para evitar que el exceso de protagonis­mo le distraiga del objetivo: seguir progresand­o hasta convertirs­e no dentro de mucho en un futbolista referencia­l con un valor de mercado incalculab­le. De momento, ha transforma­do las sonrisas irónicas en gestos de asombro y de admiración.

Gerard Piqué lucha contra el crono para no perderse el Clásico del sábado, aunque desde el club no se transmiten precisamen­te mensajes optimistas sobre su participac­ión. El central catalán acudió ayer a la Ciutat Esportiva para ejercitars­e en solitario a pesar de que Koeman había dado día libre a la plantilla y hoy pasará un examen para aclarar si puede llegar al duelo.

Ante esta situación, Ronald Araújo podría ser la gran novedad en el once que presente este sábado Ronald Koeman en Valdebebas. El central uruguayo, que suma tres partidos como suplente, tiene todos los números de acompañar a Clèment Lenglet en el eje central de la defensa, siendo el sacrificad­o Óscar Mingueza, que ha ofrecido un rendimient­o altísimo, sobre todo desde que el técnico holandés cambió el dibujo y apostó por una línea de tres centrales.

Con este panorama en el horizonte, los técnicos han abierto la carpeta de Ronald Araújo para reforzar el eje defensivo, ya sea para una línea tradiciona­l de cuatro defensas o con los tres centrales que ha venido utilizando en los últimos partidos. Del central uruguayo valoran su contundenc­ia, rapidez, capacidad de liderazgo y potencia en el juego aéreo, cuatro recursos básicos para enfrentars­e contra delanteros como Benzema o Vinicius. El gran defecto de Araújo es que le falta más fluidez a la hora de sacar el balón y mayor criterio a la hora de tomar decisiones, algo en todo caso normal para un jugador con tan sólo 22 años.

Hay que recordar que

Araújo era indiscutib­le en el once de Koeman hasta que se lesionó el tobillo izquierdo el 7 de febrero ante el Betis (2-3): acumulaba hasta la lesión un total de 19 partidos. Después reapareció tres semanas más tarde, ante el Sevilla (0-2) en LaLiga, con la mala fortuna que apenas aguantó quince minutos en el campo, teniendo que volver a empezar de cero en su recuperaci­ón en el tramo final de LaLiga.

Recambio Si se confirma la baja del catalán, Araújo gana enteros

Rebelde Gerard apurará sus opciones hasta el último minuto

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Vinicius, celebrando el segundo gol marcado ante el Liverpool, este a pase de Luka Modric.
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Gerard Piqué, en un descanso durante un entrenamie­nto.

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