La resiliencia del hockey
La Selección femenina vivió el aplazamiento olímpico como una “oportunidad” y se ve “para algo grande”
Las Marías (López y Tost) de la Selección española de hockey vivían en Madrid y Barcelona respectivamente cuando el 14 de marzo de 2020 se toparon con una pandemia que, semanas después, desembocaba en la cancelación de los Juegos. “Me vine para Asturias y la suspensión de Tokio fue una enorme decepción”, explica López, la defensa que levanta títulos en el Club de Campo. “Al inicio fue una catástrofe”, añade Tost, de Sant Cugat, que ya había vivido la dulce experiencia en Río 2016.
“Mi familia me decía que me centrara. Recuerdo alguna charla con Alejandro Blanco en la que nos comentaba que los Juegos se acabarían celebrando, que no nos preocupáramos. Eso me tranquilizó”, soslaya López, mientras que Tost pasó la cuarentena con su familia: “Ahí encontré el apoyo. Pero la debilidad se convirtió en virtud, una de las especialidades del gurú escocés Adrian Lock: “Siempre saca algo positivo de los problemas”.
Con su equipo de trabajo y una dedicación completa, la Selección femenina se juntó en su divertido grupo de Whatsapp con un mensaje común. “Tenemos un año más para prepararnos mejor si queremos hacer algo grande”, comenta Tost. Desde los Juegos de Río, cuando España cayó en cuartos de final, el equipo no ha hecho nada más que crecer, como se apreció en el último Europeo en el que mordieron el bronce: “Nos fijamos en las jugadoras que ganaron en el oro en 1992. Si ellas lo hicieron, ¿por qué no nosotras?”.
El grupo se ha juntado en varias concentraciones y viajará a Japón antes de los Juegos. “Queremos conocer cómo serán las condiciones”, explica López, que tiene claro el objetivo: “Conseguir una medalla. Llevamos varios torneos haciendo buenos resultados. Tenemos calidad, nos centraremos en cada partido pero siendo conscientes de que queremos llegar lejos”, explica la defensora, que destaca “la garra, el trabajo y la evolución” que ha tenido el grupo.
La mentalidad del seleccionador, ligado al Júnior desde hace más de 15 años y luego a las inferiores antes de recalar en el equipo femenino después de Londres 2012, está siendo clave. “Nos controla todo. Nos ha cambiado. De hecho, ha cambiado el hockey femenino español a nivel técnico, táctico pero en especial mental y físico. Nos intenta ayudar, nos ha visto crecer, nos conoce a la perfección”, argumenta Tost. Ahora en Tokio su grupo puede lograr una obra maestra.
Reflexión “Nos fijamos en las de 1992. Si fueron oro, ¿por qué no nosotras?”