“También quería saber qué se sentía al ganar”
Adrián Ben acudió sonriente ayer a la zona mixta del Ataköy Sports Arena de Estambul. Venía de ganar el oro en los 800. Estaba feliz, con un sueño que hace meses veía lejano cumplido.
—Felicidades. Campeón de Europa. Qué bien suena, ¿no? Cuente cómo ha sido la carrera vista desde dentro.
—Suena fenomenal (risas). Salí a mi ritmo, fuerte para en cuanto viera un espacio colocarme. Hubo toques y pensé: ‘Esta es la mía’. Ni miré los pasos, pero a falta de 200 metros pensé: ‘Vas fresco, empuja. Un 100 aguantas’. Y a falta de esa distancia me dije: ‘Dalo todo, porque una medalla es lo que has soñado toda la vida’.
—Y cuando se confirmó su oro, ¿qué sintió?
—Pensé que iba a llorar, pero no me salió ni una lágrima (ríe). Fue una mezcla de emociones impresionante. Le dije a mi madre antes de venir: ’Si gano, ¿qué hago?’. El primer día hice lo de Cristiano, ayer lo de Mbappé... y mi madre me dijo: ‘Haz lo que te salga’. Y no supe qué hacer. Me caí de rodillas y me puse a gritar.
—¿En quién pensó?
—Lo primero que se me pasó por la cabeza fueron mis padres. Cuando me llevaban a 100 km, a Lugom a entrenar porque no había nada en mi pueblo natal, Viveiro. También mi antiguo entrenador, que se fue hace un año y medio, el míster (Arturo Martín), Águeda (Marqués, su pareja)... Toda la gente que cuando lo paso mal están a mi lado. Es un deporte individual y a veces te lo quieres comer solo, pero me dicen: ‘Esto es un juego, el atletismo es para disfrutar’.
—2022 fue un año difícil en la pista para usted. ¿Se acuerda uno de esos momentos cuando llegan los buenos?
—Venía de ser finalista mundial y olímpico pero en Eugene las cosas no salieron. Claro que se pasa mal. Y más cuando ves a tus compañeros progresar y parece que tú te quedas estancado. He intentado entrenar, ser mejor, concentraciones en altura, trabajar más con Arturo, ser más profesional.
Dedicatoria “A toda la gente que, cuando lo paso mal, está a mi lado”
—¿Y ahora qué?
—A por más. Me quedan muchos títulos europeos y mundiales. Y ser campeón olímpico. Recuerdo ver a Mariano García ganar en Múnich y pensar: ‘Yo también quiero disfrutar esas sensaciones’.