La vida en tres milésimas

La trayectoria deportiva de Adrián Ben cabe en cuatro centésimas. Ese fue el tiempo que separó al gallego de entrar en la final de 1.500 del Europeo Sub-23 en 2019. Aquel disgusto le cambió la vida, porque unos días después se apuntó a un 800 y logró la mínima para el Mundial absoluto de Doha, donde acabó sexto. El atletismo español perdió eventualmente a un millero, pero ganó a un competitivo ochocentista, capaz de clasificarse quinto en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021 y de coronarse campeón de Europa indoor en Estambul en este 2023. El atleta de Viveiro conquistó el oro ante Benjamin Robert por ¡tres milésimas!, el equivalente a ¡2,24 centímetros! Lo que hace cuatro años perdió por un suspiro, el domingo lo ganó por un pestañeo. Ahora su vida deportiva cabe en tres milésimas. El universo siempre equilibra. Y premia la persistencia. Los dos sucesos demuestran, además, qué delgada es la línea entre el éxito y la decepción en el deporte de élite. Ben ha paladeado los dos sabores. Y eso curte.

Asus 24 años, Adrián se siente en una bonita edad para el asalto a más retos. Su oro en Turquía es sólo “el 20%” de los títulos que ambiciona, en sus propias palabras. Todavía le faltan el Europeo al aire libre, los Mundiales indoor y outdoor, y los Juegos Olímpicos, la joya de la corona. Luego podrá sumar los cuatro, tres, dos, uno o ninguno, pero sólo pensar que puede conseguirlos habla muy bien de su espíritu combativo. Otro español, Mariano García, ya tiene dos de esos cinco títulos. Los 800 metros son la prueba más abierta del atletismo, para lo malo y para lo bueno. Eso te puede dejar fuera de las grandes citas en un Campeonato de España, donde la competencia es enorme, pero también te puede catapultar a la gloria en los escenarios más ilustres. París 2024 espera a la vuelta de la esquina. Si Ben no descarta nada, ¿por qué vamos a hacerlo nosotros?