“Lo máximo es formar parte de ‘La Familia”
Son hijos de exbaloncestistas conocidos: Álex, de Miguel Ángel Reyes;y Francis, de Paco Alonso. Ambos coincidieron en la Selección en la última convocatoria. Antes que ellos solo habían alcanzado ese nivel en el Bilbao la leyenda Mumbrú y Pere Tomàs. Nunc
Álex Reyes (Cáceres, 29 años) y Francis Alonso (Málaga, 26 años) tienen en el equipo a otro descendiente de gran jugador: Ignacio, hijo de Juan Rosa, ex del Joventut, el Girona y el Murcia, entre otros. Hubo muchos casos de jugadores internacionales con anterioridad a su desembarco en Bilbao: Corrales, Azofra, Paco Vázquez, Raúl López, Germán Gabriel, Hernández-Sonseca... pero solo cuatro cuando vestían de negro. Antes de jugar ante el Madrid sostienen una deliciosa charla con AS como testigo en La Alhóndiga, en pleno centro de Bilbao.
—Dos coinciden en la Selección, han hecho historia.
—Álex Reyes: Hubiese estado muy bien la foto juntos. (Risas). —Francis Alonso: Tuvimos esa suerte de ser los primeros jugadores en disputar un partido siendo líderes del ránking mundial, el de la FIBA. No nos lo puede quitar ya nadie, somos pioneros. Y compartirlo juntos, con tu debut, seguro que no se te va a olvidar.
—Á. R.: A nivel de todo el Bilbao Basket, que aparte de los suecos (Hakanson y Andersson) y Sule (con Bosnia), haya jugadores que representen al equipo nacional, a todos los niveles es un logro máximo. Con unos recursos que no son los mejores, llegar a este nivel, hay que tenerlo en cuenta.
—F. A.: ¿El Eurobasket que ha ganado España? El trabajo final lo hacen los que van, pero ellos te hacen sentir partícipe tras haber estado en las Ventanas, es un detalle darnos la medalla de oro a los que jugamos esos partidos previos y alguno de los amistosos. Como Federación, realizan un gran trabajo haciéndote sentir como en casa, por eso se llama La Familia y, en ese aspecto, me
hombres de negro
siento un privilegiado simplemente por estar ahí. Formar parte de ella es lo máximo. Un orgullo.
—Á. R.: Entré por la lesión de Barreiro. Estaba cabreado. Luego se me abrió el cielo. Es un gran logro que te llame la
selección de tu país.
—¡Y debuta en Cáceres! Cierra el círculo perfecto.
—Á. R.: Me enteré de que íbamos a jugar en Islandia y en Cáceres. Dije: ‘Sería muy bonito estar en Cáceres’. Tengo mucha familia en Extremadura y Andalucía que fue al partido (ante Italia). Debuté en el lugar en donde había nacido, una coincidencia que poca gente podrá decir que ha disfrutado. Le doy más importancia a haber podido vestir esa camiseta, que como deportista es algo muy grande para los que formamos parte de esa Familia. —F. A.: Yo desde que me fui a Estados Unidos me ha estado siguiendo Sergio (Scariolo), incluso antes. Es algo que siempre le voy a agradecer y se lo voy a devolver de la manera adecuada, con trabajo, seriedad y seguridad en uno mismo.
Este año era un momento en el que no me lo esperaba, pero llegó esa oportunidad. —Tienen un campeón del mundo en el equipo: Rabaseda. —Á. R.: Está contento por nosotros. Lo primero que hizo fue felicitarnos. Somos muchos los que temporada tras temporada damos motivos para ir. —Se les ve felices en Bilbao. —F. A.: Coincidimos en Oviedo un período corto. La COVID se cargó esa temporada en LEB Oro. No he necesitado mucho tiempo para sentir el cariño de la gente y la ciudad aquí. Estoy muy cómodo en este club, aunque todo el mundo sabe lo que representa Málaga para mí. La casa nunca se olvida. —Á. R.: Tengo la misma sensación. Desde el primer día me han hecho sentir en familia en los sitios a los que he ido y en Bilbao, especialmente.