¡A Sevilla, oé, oé, oé!

Tercera final en cinco años. Pero ya estamos hartos de tanto viaje a La Cartuja volviendo con las manos vacías. Esta vez toca traerla para casa. Ponte guapa Gabarra, este año zarpas.

La Cartuja bilbaína. Ni en los sueños más optimistas nos veíamos en una semifinal tan cómoda. Fue más fácil que en el partido de Liga. Mira que este Athletic nos tiene acostumbrados a dar verdaderas lecciones en la Copa, pero es que fue chupado. A Sevilla, oé, a Sevilla, oé, a Sevilla oé, oé, oé, cantó la Catedral. Los leones hicieron lo que requería una noche cuando quieres estar en una final. Que bote Simeone, le dedicó la concurrencia al Cholo.

Hubo para todos. A Cerezo, presidente atlético, le cayó otro cántico faltón, una variante de aquel a Del Nido de hace 15 años cuando el entonces presidente del Sevilla desafió al orgullo del Athletic con: “Nos vamos a comer el león de la melena a la cola”.

Mucha experiencia. La mayoría de esta plantilla ya sabe lo que es jugar una final. Hay chavales que no la han pisado, como Unai Gómez. Otros que pueden tener una despedida por todo lo alto como Raúl García y tal vez Muniain. Para Ruiz de Galarreta será su estreno en estas lides, curiosamente ante su querido Mallorca.

Mucho que ver. Valverde tiene una Supercopa al frente del Athletic, pero peleará aquí por su primer gran título. Ya va siendo hora de romper el maleficio con este trofeo. Su carrera echó el cierre con la camiseta bermellona. Se enfrentará a un viejo zorro, el Vasco Aguirre, con padre, madre, tíos y abuelos vizcaínos. Aduriz tendrá el corazón dividido, aunque por obligación debe barrer para la isla.

Únicos en el mundo. La fe infinita de uno y las sombras del otro dibujaron un choque con un solo color. El Athletic no bajó ni un ápice la intensidad en toda la noche. Las 52.061 almas que poblaron el estadio empezaron a hacer cábalas para los viajes a la capital andaluza. El partido acabó con una lona gigante de Unique in the World, mientras la plantilla daba botes.

La vida es lo primero.

No podemos olvidarnos de los dos aficionados que tuvieron que ser atendidos en la grada, Especialmente de uno que sufrió un atragantamiento y tuvo que ser evacuado en camilla, pero todo quedó en un susto gracias a la rápida intervención de los servicios médicos evitó. Por desgracia, el Athletic ya vivió un episodio que acabó siendo trágico en Granada, con la muerte de un espectador. Y ante el Girona en casa también se paró el partido por un problema que pudo resolverse.

Valverde, aquí mandas tú.

Esta semifinal era también una partida de ajedrez entre dos técnicos que son leyenda en sus clubes, los que más partidos han dirigido en ambos. Simeone le tuvo tomada la medida al Athletic durante muchos años. En los últimos tiempos todo está cambiando. Valverde, ahora mandas tú.

Los Williams, al poder.

Nico para Iñaki y 1-0. Iñaki para Nico y 2-0. Son familia y se entienden mejor que nadie. Conexión diabólica hacia La Cartuja. Continuará...