El Gran Canaria fulmina al Barça y hace historia
Primer título del club en su tercera final McCalebb batió a Rice
El
Herbalife Gran Canaria fulmina al Barça y hace historia en el baloncesto español. Se suma al selecto grupo de clubes con trofeo en la vitrina. Campeón de la Supercopa, el primer título ACB desde 2010 (Baskonia, Liga) que no ganan ni el Madrid ni el Barcelona. El primero 19 campeonatos después. Un éxito rondado tras las finales de la Eurocup en 2015 y de la pasada Copa. Un éxito labrado con años de constancia, apoyo de toda la Isla y mucha pasión. Otra conquista milagro de Luis Casimiro, entrenador ahora y entrenador en 1998 en el Manresa de la gesta liguera. En la pista, la estrella fue McCalebb y el MVP, Kuric.
Más de uno se quedó ojiplático. Esperaban al Barça del Clásico, al de los 99 puntos con un atómico Rice… y no hallaron ni a uno ni a otro. La explicación tiene nombre largo pero no es rebuscada: pretemporada. El subidón de adrenalina tras tumbar al Madrid agotó reservas. Además, si Rice (tocado en una rodilla) metiera cada día 30 puntos, jugaría en el lado oeste del charco en un equipo con apellido de toro, guerrero o trueno. Topó esta vez con una astilla de su propia madera: McCalebb. Su precursor en Europa, dos años mayor aunque más desgastado. Gobernó la primera parte mientras conservó el reprís. Suficiente para abrir un hueco (50-39) al que el Barça puso el adjetivo de insalvable.
Foco para McCalebb y Kuric, y foco para Planinic y el inteligente Báez. Trabajo sucio y juego entre pívots. La renta hizo cima (62-41) y entonces el carrusel de fallos opositó para récord Guinness. El Granca se paró. Navarro y Claver hicieron creer a los suyos en la remontada (62-53), pero el porcentaje azulgrana en el lanzamiento era ínfimo (38%). Daba igual que el rival se pasara más de siete minutos sin ver aro, reacción abortada. Pío, pío, el Gran Canaria tira la puerta de una patada. En su tercera final, premio gordo.