Se habrán caído del guindo

Si el Athletic supera mañana la eliminatoria copera ante el Racing, pasará una Feliz Navidad. Los objetivos clasificatorios van viento en popa, aunque imagino que después de lo visto ante el Celta, al que ganaron de auténtica chiripa, los leones se habrán caído del guindo. El equipo termina 2016 sin juego.

Valverde deberá reflexionar durante las vacaciones, dar una vuelta de tuerca al asunto. No hay demasiado tiempo hasta los octavos y la visita del peligroso Alavés. Lo que menos me ha gustado en la última semana, peor que el partido ante los vigueses, fue la cascada de declaraciones de los leones censurando las críticas por el fútbol. La exigencia siempre ha estado instalada en Bilbao, no es nueva. Los hay que llevan siendo del Athletic apenas una década, cuatro menos que quienes analizan esto.

Convendría recordarles que era habitual en el viejo San Mamés hasta los ochenta dar una pitadita al equipo antes del partido si venía de hacer el canelo en un viaje. Era una muestra de inconformismo, lo que no se ha visto en estos días. Si nadie se lo ha contado, que pregunten a Iribar, Urrutia, Amorrortu o Aspiazu, que es quien más tiempo lleva siendo del Athletic en el actual cuerpo técnico. Eso sí, cuando el árbitro señalaba el inicio, se olvidaba el asunto y comenzaban los ánimos. Recuerdo cómo en este siglo, un canterano navarro que jugó con Caparrós censuró al público que aplaudiese al

Almería tras una victoria convincente en Bilbao. Un chaval de diez que no se sabía el credo rojiblanco. Los tiempos podrán cambiar, el Athletic no. Valverde sí tuvo estilo al contenerse y no celebrar el 2-1 ante Berizzo.