Zidane, James y la escenificación

■ Ayer, al término del entrenamiento, Zidane felicitó a los jugadores por la exigente sesión que habían llevado a cabo. A todos les estrechó la mano como señal de agradecimiento. Con el único que estuvo unos segundos más fue con James. El francés le dio varias palmaditas cariñosas en el pecho mientras le felicitaba por su buen hacer. El colombiano sonrió. Era la escenificación perfecta del presunto buen rollo que ahora hay entre técnico y jugador después de que su representante, Jorge Mendes, desvelara en AS que no se va a marchar en enero. Las imágenes fueron difundidas intencionadamente por los medios oficiales de la entidad blanca, y tuvieron su eco...

Sin embargo, la realidad de James en el Real Madrid es otra. El colombiano piensa que Zidane no le valora como se merece. Ha pasado de ser titular a ser suplente de suplentes. De ahí sus palabras al término del Mundial de Clubes: “Estoy feliz aquí, pero quiero jugar más. No puedo asegurar que me vaya a quedar. Tengo ofertas y tengo siete días para pensar”. Algo que le recriminó el capitán Sergio Ramos: “No es el día para cuestiones personales... Le tengo especial aprecio y espero que se quede, pero hoy no era el día para esto”. Ahora, con las lesiones de Kovacic y Lucas, volverá a tener la oportunidad de reivindicarse ante Zizou...