AS (Pais Vasco)

Farruquito “Ramos es flamenco y sabe que el remate es lo más importante”

- G. POSE Y A. MÉRIDA LA ENTREVISTA

CAFÉ, COPA Y FÚTBOL La visita de Farruquito y sus dos hermanos, Farruco y Manuel, llenan Las Estaciones de Juan de bullicio y arte. Gitanos listos y pintureros, bailan con el balón mostrando una destreza asombrosa, herencia de una saga incomparab­le de flamencos.

➥ Supongo que será por el baile, pero se les ve a ustedes con una coordinaci­ón muy apta para el fútbol.

—Ellos (por sus hermanos) juegan más que yo. De chico jugaba un poquillo, pero era muy malo. Entonces un día mi padre me cogió y me dijo: ‘El fútbol no es compatible con el baile, así que tú sabrás lo que haces’. O una cosa o la otra. Y entonces dejé el fútbol para siempre. Mi hermano Farruco ha llegado a jugar federado en el Sevilla y cuando llegaba con chándal en casa le miraban sorprendid­os. —¿Había resistenci­a en su familia al fútbol?

—No, no resistenci­a. Era una cosa nuestra que sabíamos que, con el fútbol, íbamos a pasar mucha hambre. Simplement­e. En el fútbol se ve si eres bueno desde chico. Tú ves a alguien con un balón y dices, este niño tiene maneras. Nosotros no las tuvimos para eso, pero sí para el baile. Era una cuestión casi inconscien­te. Me acuerdo que de chico quería irme a jugar al fútbol, pero de pronto me enteraba de que había un ensayo de mi padre o mi madre y me escapaba para verlos. Era mi auténtica vocación. Y a mis hermanos les ocurrió lo mismo.

—Y los tres del Real Madrid. —Ya ve usted.

—Y allí en Sevilla ¿no se mosquean?

—Qué va. Eso los flamencos lo llevamos de otra manera. Yo conozco dos hermanos que uno es del Madrid y el otro es Atlético. Y algún flamenco de por allí es del Barça. Los hermanos Carmona son muy del Atleti. De todas formas, nosotros nacimos en Sevilla pero toda nuestra familia es de Madrid. —Ustedes que han viajado tanto, ¿el fútbol es el mejor embajador?

—De siempre. La gente admira muchísimo el fútbol nuestro, porque saben que es el mejor que existe. Le aseguro que en Brasil se juega muy bien al fútbol y en Argentina también, pero desde hace muchos años como se juega al fútbol en España no se juega en el mundo entero. Esa es la verdad y la gente de por ahí lo sabe. Y nos ven por ahí y siempre nos dicen lo mismo: ‘¡España, Real Madrid, Barcelona!’.

—¿En casa de los Farruco se ve mucho fútbol?

—En mi casa somos muy futboleros. Pregunte usted lo que quiera que venimos muy preparados. Me acuerdo que el Mundial lo vimos todos juntos y el día de la final, el gol de Iniesta le pilló a mi hermano con un tío de su mujer sacando una mesa llena de comida. Cuando marcó empezaron los dos a saltar y abrazarse y todo lo que había allí, comida y bebida se fue para el suelo. En casa nos reunimos siempre para ver los grandes partidos y aquello es una fiesta.

—Usted que es amigo de Sergio Ramos, ¿sus goles en esos minutos imposibles pueden entrar en la categoría de brujería?

—Ese es flamenco y por eso hace lo que hace cuando nadie se lo espera. Ni siquiera él. A Sergio de pronto le quema la sangre y dice que el resultado en el último momento lo cambia él. ¿Y cómo remata Sergio Ramos? Mejor que nadie, porque en el flamenco el remate es lo más importante. Sergio es personalid­ad flamenca, aunque sea futbolista.

—¿Es verdad que Ramos canta bien flamenco?

—No es cantaor, pero es verdad que para ser futbolista se hace dos o tres letras por bulerías y en una fiesta le tienes que decir olé porque notas que le gusta y que lo hace bien. —¿Qué futbolista­s flamencos recuerda?

—Dieguito de la Margara fue jugador de fútbol profesiona­l en el Cádiz y lo hizo muy bien. Mágico González fue y es flamenco de toda la vida. Es bailaor en Jerez.

—¿Zidane ha sido un futbolista flamenco?

—El que más. Zidane era el Antonio Gades del flamenco, era el que tenía más elegancia jugando. Creo que Ibrahimovi­c también es muy flamenco. Luego a mí me gustan los malabarist­as como Ronaldinho, como Romario. Desde nuestra humilde opinión nos gusta más el fútbol de gusto, el fútbol de clase, que el de toma y daca. —¿Le gusta más Messi que Cristiano Ronaldo?

—A mí me gusta más Messi que Cristiano y se lo dice un madridista, pero es que, sobre todo, me gusta el fútbol.

—¿El Atleti no les parece que tiene un punto flamenco? —Sin duda. Hay muchísimos flamencos del Atlético, yo creo que del que más. Los flamencos de Madrid casi todos son del Atleti, menos José Mercé que es muy del Madrid.

—¿Ve al Madrid ganando otra vez la Champions?

—Ojalá. Admiro muchísimo al Madrid como club, como equipo y por la cantidad de estrellas que hay en el equipo. Quiero que gane la Champions el Real Madrid pero, si no puede ser, también me gustaría que la ganara el Atlético. Ese equipo se lo merece igual o más que el Barça o el Madrid, porque tiene muchas más complicaci­ones, muchas menos posibilida­des y mucho más mérito. Y un olé por el Cholo Simeone que

Simeone Tiene que bailar muy bien por bulerías por las que forma en los partidos”

Zidane Es el Antonio Gades del fútbol, el más elegante. Ibrahimovi­c también es muy flamenco”

es un monstruo. Tiene que bailar por bulerías muy bien porque no veas la que forma en los partidos. —Llegan a Madrid con su espectácul­o ‘Tres Flamenco’. ¿Es la primera vez que se juntan los tres hermanos para trabajar? —Sí, por primera vez Manuel, que es el pequeño, Farru el mediano y yo nos juntamos para presentar un espectácul­o. Ya lo estrenamos en Málaga el año pasado y a la gente le gustó tanto que decidimos ponerlo en marcha y enseñarlo al mundo. Para nosotros es muy emocionant­e —¿Y cómo es?

—Hay una estructura muy bonita montada, pero también espacio a la improvisac­ión. Hemos rescatado muchos palos del flamenco que no se hacen, hemos rescatado la pareja y el trío de baile que también es algo que no se hace. Hemos aprendido esta forma de flamenco en nuestra casa, del maestro Farruco, de mis padres. El espectácul­o de los tres es un poco lo que somos, lo que fue nuestra gente y lo que queremos que sean nuestros hijos. Pasado, presente y futuro. —¿Existe el baile payo y el baile gitano?

—Creo que ni siquiera se debería plantear de esa forma. Pensamos que el arte debe estar por encima de las razas. Es cierto que no se puede obviar determinad­as circunstan­cias como es el origen. El flamenco lo traen los gitanos que entran por Cataluña y se afincan en la baja Andalucía, Sevilla, Jerez y Cádiz. Aunque ese es el principio, afortunada­mente el flamenco no se encierra en los gitanos sino que empieza a difundirse. Para nosotros no existe un baile payo ni uno gitano, ni un cante ni un toque, simplement­e existen las personas que han tenido la oportunida­d de vivir dentro de un ambiente más o menos flamenco y lo conocen. Tienen una base y saben descifrar los códigos. No han aprendido la música a través de una teoría sino que la han vivido. —¿Cómo ha sido el proceso de juntarse?

—Estábamos en casa, tranquilos cuando decidimos hacer algo juntos. Mi hermano pequeño había crecido, Farru había cogido mucha experienci­a porque era el bailaor de Paco de Lucía durante los últimos tres años y yo con mi espectácul­o me había recorrido el mundo entero. Cada uno con su historia. A partir de ahí empezamos a escribir ideas, a hablar y a proponer: si hacíamos una farruca de corto; una alegría muy moderna; otro un taranto con momentos formales e informales. Y ahí empezamos. —Pero habrá una dirección que suponemos recaerá en usted que es el más experiment­ado. —En este caso no ha sido así. Si hubiera sido mi espectácul­o hubiera sido de otra manera. La coreografí­a del baile lo hacemos entre los tres. Llevamos toda la vida bailando y siempre hemos hecho nuestros propios pasos. No somos un cuerpo de baile que interpreta sino que somos bailaores. —¿Y esa leyenda de que son ustedes un poco anárquicos a la hora de organizar un espectácul­o? —No somos anárquicos, somos flamencos, gitanos del siglo XXI. Estamos aquí haciendo una entrevista para AS, estamos hablando de fútbol. Si fuéramos anárquicos a lo mejor no habríamos venido. Sin una disciplina es imposible llegar a un mínimo reconocimi­ento en el mundo del arte. Sin disciplina no tienes la aceptación de tanta gente y sin disciplina no eres capaz de montar ni siquiera un espectácul­o, de llegar a la hora que tienes que llegar, de ensayar las horas que tienes que ensayar que todas nos parecen pocas. La disciplina es importantí­sima.coger ese momentoSin ella no mágicopued­es que de tenerla improvisac­ión.la disciplina y Tienesla profesiona­lidad todos los días paraa las salir nuevea bailarde la noche. —En su formación, ¿ha influido el baile clásico, la danza?

—Nosotros vemos desde Nureyev a Julio Boca y todo tipo de danza, pero siempre intentando llevarlo a nuestro terreno, a enriquecer el flamenco no a desvirtuar­lo. Mi abuelo Farruco tenía una foto de la Paulova en su academia en su famosa postura del ‘Lago de los Cisnes’. Y yo le pregunté un día: ‘¿Esa qué tiene que ver? Y él me dijo: La belleza de la danza está en todos los géneros. Lo bonito es aprender de esa belleza y llevarla a tu territorio’. —Además de figuras como su abuelo, luego ha habido personajes que han populariza­do el flamenco de forma determinan­te como Paco de Lucía o Camarón. —Ellos hicieron el gran favor al flamenco. Son los auténticos culpables de que el flamenco no siga estando en las tabernas y en los tablaos o en las fiestas para los señoritos. Farruco, que ha viajado con Paco de Lucía, ha visto lo que ese hombre ha sembrado en los lugares más recónditos del mundo, demostrand­o que se puede ser una mega estrella sin perder tus referencia­s, siendo flamenco y ya está. —¿Qué sitio les ha sorprendid­o por su aceptación al flamenco?

—Muchos. Brasil me ha sorprendid­o. Es el país más flamenco. La gente baila de una manera increíble. Yo montaba pasos míos y la gente acababa pidiéndome cosas de mi abuelo. Conocían mejor la historia del flamenco que en Sevilla. En Sevilla yo he estado dando clases tres años y el cinco por ciento eran de allí, los demás todos eran de fuera. —¿Se puede decir que una ciudad como Madrid es más flamenca que muchas del sur? —Totalmente. Pero incluso hasta Barcelona es mucho más flamenca que muchas ciudades de Andalucía. Hay una frase que dice que a veces los árboles no te dejan ver el bosque. Tenemos las cosas tan cerca que no las vemos, y en Andalucía tenemos el flamenco en los niños, en los pájaros que cantan flamenco, en las ramas que se mueven y bailan flamenco, en los animales que mueven la cola por bulerías y hay tanto arte por todos lados que no hay quien lo aguante y a veces ni te das cuenta. Esa es la verdad.

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