AS (Pais Vasco)

EL CAMPEÓN DE 2010 Carlos Sainz “Sigo en este lío por pasión”

El madrileño inicia una nueva aventura dakariana: “Cuando no sea capaz de luchar por ganar dejaré de correr”. Habla de sus posibilida­des y también de la temporada de su hijo en la Fórmula 1

- PIPO LÓPEZ

—Polvorones, villancico­s y Carlos Sainz corriendo su décimo Dakar. Se ha convertido en un clásico de la Navidad. —Es un libro de ruta que ya conozco bien. Quizás el primer año te sales de la rutina de lo que son unas Navidades normales, pero una vez que ya lo conoces… lo raro será el año que ya no lo haga. Tras diez años sé perfectame­nte lo que me espera y hasta ahora todo me compensa.

—Se le ve en forma, que llega a por todas...

—No cabe duda, si voy al Dakar es con ilusión, con ganas de hacerlo lo mejor posible, aunque luego ya lo que ocurra allí es una incógnita, porque es una carrera en la que puede pasar de todo y que es muy difícil.

—Este año hay bastantes incógnitas. Altura, navegación, nueva reglamenta­ción de motores. ¿A qué teme más?

—A la reglamenta­ción técnica porque nos han quitado un milímetro de brida y le han dado dos a Toyota. Eso es lo que más me preocupa de todo. Más que la altura, más que todo, me da rabia porque me parece injusto, además. El tiempo nos va a dar la razón porque nos va a costar mucho estar delante de los Toyota. No siquiera en altura podremos compensarl­o, porque nuestro turbo va al límite de vueltas. —¿Cambia eso su objetivo? ¿Sale a por la victoria? —Absolutame­nte. Una vez que ganas una carrera como es el Dakar, acabar segundo o tercero, a mí personalme­nte no me llena ni me satisface. Por supuesto que me apetece terminar y hacerlo en el puesto más alto posible, pero el objetivo por encima de cualquier otro es intentar ganar.

—¿Qué posibilida­des tiene? —Yo creo que bastantes. Pero el Dakar es una carrera en la que nunca se sabe qué puede pasar, es una incógnita. —Para una persona con su vida resuelta, sin nada que demostrar, con una familia envidiable, ¿qué le motiva a meterse otra vez en este lío?

—La pasión que siento desde pequeño por correr. Me he sentido muy privilegia­do por poder hacer realidad mi sueño, correr en coche, correr en rallys, ser campeón del mundo, ser el primer ganador español del Dakar. Me sigo divirtiend­o, y creo que me he ganado el derecho a participar e intentar ganar. El año pasado fuimos los más rápidos, perdimos catorce minutos el segundo día, podíamos haber liderado desde entonces, recuperamo­s y nos pusimos líderes hasta nuestro abandono, y este año espero estar luchando.

—¿Le va a merecer la pena eternament­e seguir ahí?

—El día que me encuentre que no soy capaz de luchar por la victoria, que no tengo la motivación para prepararme como Dios manda, el día que note que físicament­e me canso o no puedo dar el máximo a la marca que confía en mí, en este caso Peugeot, o que simplement­e no me apetezca, dejaré de correr.

—Cambiando de tercio, ahora toca hablar del padre, pero durante el año su hijo ha dado mucho que hablar. ¿Satisfecho de su temporada?

—Estoy muy contento de su temporada. Con el coche que tenía ha hecho un buen año, ha aprendido, ha trabajado a tope para mejorar, y es mejor piloto que hace un año. Pero empiezan los deberes para el próximo año y hay que intentar mejorar todavía más. Sabíamos que la opción de ir a Mercedes era muy remota. Hubo algún pequeño contacto, pero para Mercedes fichar a un piloto del Junior Team de Red Bull se hace muy cuesta arriba. Como dijo Carlos el otro día, él está centrado en su Toro Rosso.

Reglamento “El tiempo nos dará la razón, va a costar mucho estar delante de Toyota”

Objetivo “Acabar segundo o tercero a mí, personalme­nte, no me llena”

Jr. y Mercedes “Hubo contactos, pero Carlos está centrado en Toro Rosso”

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