El Atlético marcó el destino de un jugador del Eibar: Rivera

■ El Atlético ha determinado indirectamente la carrera futbolística del espigado centrocampista Christian Rivera (Gijón, 1997): cuando todavía era cadete quiso incorporarle a su disciplina, pero sólo si llegaba libre. El Sporting le impidió salir con esa condición y los colchoneros desistieron. Rivera se declaró en rebeldía y ya no se entrenó ni jugó más con ellos. Era julio de 2013.

Se le unieron, además, algunos problemas familiares y una lesión en el húmero por lo que estuvo casi dos temporadas inactivo. Un año más tarde, comenzó a entrenar con un juvenil del Madrid. Tras ese breve periplo en Valdebebas, el Oviedo le fichó para su filial, aunque enseguida le llamó para la primera plantilla. Había sido internacional con las categorías inferiores de España y continuaba despuntando como carbayón.

El equipo logró ascender a Segunda y él, a ser convocado por la Sub-20. Potentes clubes, entre ellos el City, intentaron ficharle, pero Rivera eligió al Eibar firmando por tres campañas. De momento no está disputando demasiados minutos (90 en Liga y 255 en Copa) e incluso se valoraba su cesión. Aun así, cada vez que salta al campo demuestra su calidad. Además, ahora, debido a las numerosas bajas puede tener más oportunidades.