AS (Pais Vasco)

España reacciona y logra el triunfo con solvencia

Gonzalo Pérez, nombrado el mejor jugador del partido

- ENRIQUE OJEDA

Tras un flojo inicio ante Islandia, España se desperezó en el descanso para ofrecer luego su mejor versión, remontar y sumar sus dos primeros puntos en el Mundial de Francia.

España sumó sus dos primeros puntos en el Mundial al derrotar 27-21 (1012) a Islandia, en un choque en el que los Hispanos tardaron treinta minutos en despejarse. La ansiedad de ese primer tiempo la pagaron ante el meta Gustavsson, que llegó a tener un acierto de más del 50 por ciento; luego, tras el descanso, surgió la Selección de los últimos partidos, ágil, veloz, y correosa, para ganar con autoridad.

La verdad es que España salió encogida. Más que con nervios, paralizada. Como si fuese un bloque medroso ante la fuerza, la intensidad y la consistenc­ia de Islandia. Y, además, tampoco funcionaba­n los infalibles, porque en la primera parte fallaron tres penas máximas, las tres que forzaron.

Ribera decidió tomar medidas. La primera, saltarse pronto la regla de un solo cambio, y recuperar el tándem de las torres gemelas en el centro de la defensa, porque si no se marcaba, al menos había que evitar recibir tantos, y Guardiola y Morros juntos son un bastión de garantías para que incentiven al resto. Incluso fue Guardiola el único español que marcó de contragolp­e en la primera mitad.

Lo que pasó en la segunda, ya es otra historia. La Selección fue la que venía jugando en los amistosos. Es decir, con celeridad en la circulació­n, con contragolp­es, con ritmo. Gonzalo Pérez de Vargas mejoró la prestación del portero rival, y a la postre le eligieron como el jugador más valioso del partido. Julen Aginagalde se hizo inmenso en el pivote, incluso robó un balón en defensa, y él solo se fabricó un gol de contraataq­ue. Todo eso unido a las combinacio­nes de Cañellas y Sarmiento, más la sobriedad de Gurbindo, llevaron a España en volandas a la victoria.

Mención merece el debutante David Balaguer: cuatro tantos, sin fallo, robos y contragolp­e, y mucha molestia para el atacante rival. Un buen partido para él, que sin duda debe recordar. Cuando entró por Víctor Tomás, ya no le cambiaron. No se necesitaba.

 ??  ?? IMPARABLE. Aginagalde fue un coloso en los seis metros.
IMPARABLE. Aginagalde fue un coloso en los seis metros.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain