Un efecto anímico similar al batacazo del Reus

No se debe insistir en el error

► Impotencia. Sostenía Viadero en sala de prensa, que lo peor del partido fue la derrota. Y es verdad, pero no toda la verdad. Hubiera sido mejor, perdón por la obviedad, no perder, pero también hubiera sido mejor perder de otra manera. Compitiendo. Dando sensación de intentarlo. Presionando, aunque fuera mal. Corriendo. Chutando. Haciendo faltas...,algo. El racinguismo salió de El Sardinero como lo había hecho desde el día del Reus. Desarmado anímicamente. Rendido.

► Presión. En el Racing aseguran que el equipo sigue intentando la presión alta de principio de temporada..., pero que no sale. Sinceramente, yo no veo ningún indicio de ella. Ni de la presión ni de la intención. Y ésa fue una de las claves del inicio de Liga. ► Combinación. El chocolate está muy bueno. Los callos, un poco picantes y sin tomate en la receta, por favor, también. Los callos con chocolate son una mierda. Ni callos, ni chocolate. No todo va con todo. Me da la sensación que Viadero va a tener que escoger. Peña, Sergio y Javi Cobo son buenos, pero no empastan. O cambia de sistema o de pivotes. Samuel e Israel Puerto, me da la sensación, tampoco. Ninguno de los dos puede jugar de central izquierdo. O uno u otro.

► Contumacia. A mí, como a muchos entrenadores, me cuesta mucho cambiar de opinión. Hace unos meses tuve una conversación con mi director en la SER en Cantabria que lo consiguió. Yo trataba de convencerle de que tomáramos una decisión con argumentos no precisamente profesionales. Él me dijo: “tenemos todo el derecho del mundo a equivocarnos, pero lo que no podemos hacer, por respeto a nuestra empresa y a nosotros como profesionales, es reincidir en el error cuando ya tenemos claro que nos hemos equivocado”. Tenía razón. En el fútbol, en el Racing, creo que muchas veces se insiste en el error con la esperanza de que, por arte de magia, la calabaza se convierta en una carroza.