Triunfo agónico español contra un Brasil crecido
Croacia o Egipto, el rival para los Hispanos en cuartos
España se metió en los cuartos del Mundial sufriendo como nunca ante Brasil, que mandó en el partido, y que tuvo a España encogida gracias a la portentosa actuación del portero Bombón Almeida: incluso metió un gol en las pocas veces que los españoles jugaron sin meta. El equipo creado por Jordi Ribera, durante los cuatro años que preparó los Juegos de Río, le puso la situación muy complicada al entrenador catalán. Sólo en el último minuto la Selección llegó a tener dos tantos de ventaja, para ganar 28-27 (16-18).
España llegaba crecida de Metz, pero en Montpellier sufrió un parón en todas las líneas, porque no funcionó el ataque, paralizado por Bombón Almeida, y la defensa tampoco estuvo tan seria como otros días. El 6-0 no fue sólido y profundo, un tanto despistado ante el juego alegre de Brasil. Langaro y Silva se las arreglaban para descolocar a los Hispanos, que dejaron vendido a Gonzalo Pérez.
En el descanso, con el 1618, Brasil estaba crecido, aunque en el minuto 41 España ya iba por delante (21-20). En la portería española, Rodrigo Corrales se encontraba más acertado en los lanzamientos de distancia, y parecía que era el momento de dar un paso adelante. Pero no se pudo. Hubo errores en los disparos, en situaciones sencillas de uno contra uno, e incluso se dejaron de marcar tantos desde los siete metros (Balaguer, Rivera y Víctor Tomás).
A tres minutos del final, agonía general: 26-26. Las exclusiones de Langaro, que le partió el labio a Dujsebaev, y de Toledo, casi seguida, fueron un alivio para los Hispanos, que en el último minuto entraron con dos goles de renta para no consumir el último ataque y ahora pensar en los cuartos de final del martes (20:45), frente al ganador del choque de hoy entre Croacia y Túnez.
Bombón Almeida El portero brasileño rebajó muchísimo la efectividad de los jugadores españoles