El Mirandés no nota el ‘efecto De los Mozos’
El Oviedo se impulsa a costa de un equipo sin reacción
Paso atrás del Mirandés tras caer ayer en Anduva ante el Real Oviedo. En la mejor entrada de la temporada y con un buen ambiente en las gradas por la presencia de 700 aficionados rivales los rojillos volvieron a decepcionar. Tan sólo los primeros veinte minutos en los que atosigaron al cuadro ovetense son salvables en la faceta ofensiva por parte local. Un disparo de Provencio fue el primer aviso de los de Álvarez de los Mozos. El madrileño, titular otra vez, fue uno de los que más intento conectar con los de arriba. Diez minutos después tuvo el Mirandés una doble oportunidad para anotar el primer gol. Primero por medio de Maikel Mesa tras una dejada de Eguaras y acto seguido con otro zurdazo de Sangalli que Juan Carlos desvió a corner.
A los veinte minutos llegó el primer gol visitante. De un saque de banda Saúl Berjón soltó un derechazo dentro del área que Roberto se comió. Era el primer disparo de los de Hierro. Y ahí el Mirandés se hundió. Aunque Maikel Mesa volvió a toparse con el cancerbero del Real Oviedo, uno de los mejores ayer de los azules. Aparecieron las precipitaciones en los de Anduva y perdidas en zona de peligro como la que a punto estuvo de suponer el segundo gol carbayón. Eguaras se entretuvo en exceso y la contra de Toché la salvó brillante esta vez Roberto para posteriormente Álex Ortiz enviar a córner el rechace del propio Berjón.
Tensión. El cuadro local estaba tocado. Nervios y ansiedad en un equipo que no se ve capaz de reaccionar. Pese a intentarlo al inicio del segundo período perdió profundidad y terminó por ser ajusticiado a los diecisiete minutos de la reanudación. Susaeta lanzó una falta que la defensa rojilla no despejó y el balón muerto a la altura del punto de penalti lo cazó Costas para colocar la sentencia. Poco antes habían entrado Urko Vera y Pedro en el Mirandés para al menos lograr la igualada, pero de ahí al final no tuvieron ocasiones clara de gol. Fue Guarrotxena el que protagonizó la oportunidad más claras por los locales. Su derechazo impactó en el larguero. Ahí murieron las posibilidades ofensivas de un Mirandés que cada semana que pasa ofrece síntomas más preocupantes. Por contra, el Oviedo respira como visitante y mira hacia la zona noble.