El Racing es incapaz de ganar a un filial con 10
Los pucelanos jugaron con uno menos durante 50 minutos
EI Valladolid B y el Racing de Santander disputaron un partido que tuvo mucho que ver con una montaña rusa en la que ni unos ni otros acabaron satisfechos. Los locales porque tuvieron las ocasiones más claras y los visitantes porque se adelantaron y jugaron 50 minutos contra 10, pero se dejaron empatar cuando el partido agonizaba. Y luego estuvo el colegiado Herrero Arenas que no dejó contento a nadie y perdió el control del partido durante algunos minutos.
La primera sorpresa del partido estuvo en la portería local, donde el recién llegado Tanis sustituyo al titular hasta ahora, Dani Hernández. Los locales empezaron apretando y en los primeros minutos acogotaron a los santanderinos. Samanes falló en el remate tras recibir un gran centro desde la derecha e Higinio se encontró con Iván Crespo tras una sensacional jugada personal yendo de izquierda hacia el centro. El Racing se quitó un poco ese dominio y en su primera aproximación marcó. Israel cabeceó con acierto un centro desde el córner. Ocho minutos después el central pudo repetir en otro córner, pero Tamis detuvo en esta ocasión. Entonces el partido se calentó y el trencilla no acertó en casi ninguna de sus decisiones que acabaron con la expulsión de Samanes por, supuestamente, simular una falta al borde del área. Antes de eso, Zambrano y Royo pudieron empatar.
Un golazo. En la segunda parte, el Valladolid B, con 10, siguió queriendo el balón y logró encerrar en su área a los cántabros. Higinio se quedó solo ante Crespo, pero el meta ganó el mano a mano. Los santanderinos buscaban una contra que sentenciara. Viadero dio entrada al debutante Beobide, que recuperó el control para su equipo. Aquino no acertó en el último pase de una contra clara y Heber lanzó alto. También Albés hizo un par de cambios metiendo a Miguel Mari y Mayoral en el campo. La participación de este último fue clave. Agarró el balón en el centro del campo, por la derecha, corrió hacia el área contraria, se deshizo de un par de rivales y una vez allí colocó el esférico en la escuadra con un zurdazo. Los cántabros habían dejado vivo al filial y tenían que correr para recuperar dos puntos, con el peligro de que Higinio, que pidió un penalti, y el propio Mayoral buscaban ahora más la contra. La tuvieron Santi Jara y, sobre todo, Aquino, pero no acertaron y el partido terminó en empate.