El Barça exhibe orgullo, pero aún añora el juego
El campeón demostró su rabia en el Calderón
El Barcelona regresó a los entrenamientos para preparar una semana de seis puntos en la que jugará dos partidos ante su público. Dos buenas ocasiones para completar con juego la importante victoria en el Calderón que se sustentó más en la competitividad y el orgullo de los jugadores de Luis Enrique que en una excelencia futbolística. Tras el partido del domingo, tanto los culés pesimistas como los optimistas siguen aferrados a sus mismos argumentos de antes de jugar contra el grupo del Cholo.
La gran lección del Vicente Calderón es que los jugadores siguen con hambre. Reivindicaron que son los vigentes campeones y que no piensan rendirse fácilmente. Gracias a una intervención en el equipo de Luis Enrique, que modificó el sistema táctico con una defensa de tres, el equipo blaugrana volvió a competir ante un rival que también se jugaba buena parte de sus opciones para engancharse a la Liga.
Aferrados a la eficacia de un Messi poco participativo, pero letal en cada una de sus acciones, el equipo blaugrana reactivó la lucha por la Liga.
La manera de celebrar los goles al final del partido vienen a demostrar que el grupo está unido y que ha recuperado el orgullo competitivo. Una buena base para iniciar una mejora en el juego que debe de pasar de manera ineludible por el retorno de jugadores como Busquets o Iniesta a su mejor versión. Ambos centrocampistas, que sin duda representan como nadie la esencia del juego del Barcelona, volvieron a protagonizar en Madrid una actuación muy gris.
Rearmado moralmente, al Barça le falta ahora aferrarse al fútbol para poder perseguir con garantías al líder, que sigue con una bala en la recámara.