Nairo Quintana voló sobre el Terminillo y avisa para el Giro
Atacó a dos kilómetros de meta y se puso la maglia azzurra
Nairo Quintana (Movistar) demostró que pocos pueden seguirle cuando la carretera se empina, congestiona las piernas y los pulmones no encuentran aire. Y que tiene tomada la medida al Terminillo, la montaña de los Apeninos italianos donde ganó en 2015 en medio de una tremenda nevada, una cumbre que sirvió de meta para la etapa reina de la Tirreno-Adriático, de 171 km.
El colombiano del Movistar, con una arrancada que dejó secos a sus rivales en medio de cunetas aún repletas de nieve pero esta vez iluminado por el sol, se fue solo a dos kilómetros y en esos dos mil metros reorganizó de un plumazo toda la clasificación: Geraint Thomas (Sky) entró a 18 segundos; Adam Yates (Orica), a 24; el mismo tiempo que se dejó Rigoberto Urán (Cannondale)... 41 consiguió sobre Mikel Landa (Sky) y más de minuto y medio después entró Vincenzo Nibali (Bharain).
El colombiano engordó su casillero este año (tras una etapa y la general en Valencia) y, sobre todo, avisó al pelotón que con el Giro del centenario a la vuelta de la esquina (desde el 5 de mayo), tiene el colmillo afilado y las piernas ligeras. Quintana se vistió de azul (Rohan Dennis, del BMC, desapareció) con 33 segundos sobre Yates y 56 sobre Thibaut Pinot, con Jonathan Castroviejo, que estuvo en todo momento atento a su líder, a 1:01 cuarto. Hoy llegan los muros finales del circuito de Fermo. Explosivos. Y para el martes queda una crono de 10 km.
“No estaba seguro de cómo iban a salir las cosas, porque pasé unos días con gripe”, radiografió el colombiano, que dejó su sello ante rivales como Aru o Nibali, con los que peleará en mayo. “Es una ventaja importante que podemos gestionar con tranquilidad y llegar con margen a la crono”, indicó.
Rivales Pudo con Thomas, Yates, Nibali, Aru, Landa... a los que verá en mayo