Kepa, Yeray y Williams se imponen
Kepa Arrizabalaga tiene esa flor de los porteros grandes, de los que han nacido con estrella, los que tienen etiqueta de hombre de referencia. Los aciertos se visualizan y los errores se minimizan, de manera natural, fluyendo. En el derbi ante la Real, el internacioanla Sub-21 regresaba con ciertas reservas en el golpeo que disipó de inmediato. Soltó vartos zapatazos con suficiencia, regateó a Juamni en una baldosa, se lanzó a los pies de Oyarzabal tapando arco y en dos salidas poco afortunadas el balón se alejó de su zona de influencia, como miedoso, receloso para no estorbarle. En el duelo de centrales del derbi, Yeray Álvarez corroboró que está hecho de otra pasta. Acorazado atrás, se suma con descaro al ataque y tira de anticipación en las marcas. Ni la velocidad de Juanmi y Vela le desarmaron.
Williams es ya mejor extremo que nueve, por mucho que de delantero centro pulverizase récords goleadores en Lezama. En Primera, con espacios en la banda, explota sus cualidades al máximo, mientras que por dentro, de referencia, se siente más encorsetado, con menos libertad de movimientos para bracear. Marcó un golazo por listeza, intuición y pico de velocidad. Encima ante el hombre más rápido de la Real, el joven Álvaro Odriozola, con una punta de demarraje de 34,9, que no pudo con los 35,7 de arrancada con la que que asombrase el rojiblanco en su bautismo en LaLiga hace dos años, rubricando un guarismo estratosférico. Williams marcó territorio en suelo vasco anotando su tercer gol en Liga, dos de ellos ante la Real y el otro frente al Eibar.