Alonso sigue siendo un valiente
Fernando Alonso se ha convertido, como no podía ser de otro modo, en el protagonista inesperado de la actualidad en la Fórmula 1. Su decisión de competir en las 500 Millas de Indianápolis es tan inesperada por todos como incompresible para muchos. Renuncia a Mónaco para perseguir su sueño de ganar la legendaria prueba estadounidense, lo que está provocando no poca controversia. Dejando al margen tales consideraciones, lo indiscutible es que el asturiano sigue siendo un valiente. Asumir un desafío como el de Indy no resulta sencillo, a las complicaciones propias de la competición se sumará la presión de convertirse en el centro de atención: digan lo que digan él y su equipo, el mundo entero estará pendiente de saber si la estrella de la F1 es capaz de imponerse a los especialistas en una categoría tan diferente. Hablamos, no hay duda, de un piloto con talento y experiencia sobrados para asumir semejante reto. Pero eso no impide que se enfrente a circunstancias absolutamente desconocidas para él. Todo en este campeonato es diferente a los grandes premios, desde los coches a los circuitos, pasando por las estrategias o la duración de las carreras. Esto vendría a ser, permítanme el ejemplo fácil, como si a Alberto Contador le diera por ganar el Mundial de bicicleta de montaña. Sí, tendría que dar también pedales, sólo que todo lo demás sería muy distinto... Por eso la decisión de Alonso es atrevida y ambiciosa, debemos felicitarnos por mantener ese espíritu, quiere decir que continuará dando que hablar más allá de la F1: volverá a Indianápolis hasta ganar y hará lo mismo con las 24 Horas de Le Mans.
“VOLVERÁ A INDY
HASTA GANAR Y HARÁ
LO MISMO CON LAS 24
HORAS DE LE MANS”.