Ganso sale del anonimato y hace trocitos al Granada
Sampaoli sorprendió con el brasileño y le ganó el partido
Un espectro durante meses en LaLiga, Paulo Henrique Ganso se le apareció siete meses después al Sevilla y le ganó casi él solito el partido ante un Granada triste y en ruinas, entregado a su suerte y que se cae en pedacitos. Faltaron pocos días para mayo, mes de la Virgen, para pensar que lo de Ganso era un milagro. Del brasileño no había noticias desde octubre, cuando se inventó un pase de espuela para ganar el partido ante el Alavés. Después de aquello, desapareció. El Sevilla ha tratado de protegerlo, pero la explicación era simple. Sus prestaciones físicas están lejos de las exigencias del fútbol europeo. Sin embargo, apurado por la baja de Nasri y la dimisión de Franco Vázquez, Sampaoli sospechó que el Granada tendría grietas suficientes para que al brasileño le bastase su gran pie izquierdo. Y acertó. Ganso hizo dos goles y el Sánchez Pizjuán coreó su nombre. Muy probablemente no sea más que un oasis, pero un año de sinsabores merecía al menos esta alegría.
A la victoria del Sevilla también ayudó la descomposición del Granada. Ver a Tony Adams histérico en la banda intentando corregir a un equipo invertebrado y condenado no transmite buena imagen. Al Granada, que se cae a pedacitos hacia Segunda, le pasa de todo. Saunier se lesionó en el minuto dos y Héctor, en la segunda parte. Por el camino, Adams le quiso dar su toque de autor al partido y, a lo Paco, ya conocen el modus operandi en Granada, se cargó a Gastón Silva en el 23’ y metió a Isaac Cuenca. El experimento, como era previsible, no funcionó. A Sampaoli, en supuesta tregua con el club hasta que a final de mayo anuncie su compromiso con la selección argentina, le dio tiempo a probar un nuevo sistema, asimétrico, que recordó aquellos tiempos en los que Luxemburgo vendía el truco del cuadrado mágico. El partido, de un nivel casi de post-temporada, sólo sirvió para confirmar que el Sevilla tiene casi hecha la cuarta plaza y el Granada, el descenso. Fue un viernes sin historia.
En caída libre Al Granada se le lesionaron Saunier y Héctor Hernández