La eliminatoria entre el Madrid y el Bayern

Pasados unos días para digerir lo sucedido, lo escrito y lo escuchado acerca de la eliminatoria Madrid-Bayern, me gustaría dar unos pequeños apuntes.

Los dos equipos arbitrales tuvieron, en efecto, claro impacto en el desarrollo de ambos partidos, pero no tan claramente en el desenlace final. El número y la talla de errores de bulto cometidos hace casi imposible saber quién fue el más beneficiado o perjudicado. Es fácil decir que fue el Bayern de Múnich porque es el equipo eliminado, pero no sería justo teniendo en cuenta los méritos del Real Madrid.

Casemiro y Vidal dieron ocasión para que el árbitro los expulsara más de una vez. Hablamos de entradas evitables e inoportunas, más allá de que se toque o no el balón antes de impactar con el contrario. Javi Martínez tampoco debe estar muy orgulloso de cómo gestionó sus tarjetas en el partido de ida.

Los fueras de juego de tres de los goles del Bernabéu (dos del Madrid y uno del Bayern) ponen en mal lugar la figura de un linier como elemento fiable en este fútbol moderno al que se pretende llegar.

En cuanto a los penaltis, parece olvidado el que se pitó injustamente a Carvajal en la ida y, aparte de la inoportunidad de Casemiro en su entrada, la más que dudosa causa-efecto en la caída de Robben.

Yo me quedo con dos partidos de un espectáculo futbolístico impresionante que ni los equipos arbitrales fueron capaces de estropear. El Madrid se sobrepuso a un gran rival y eso tiene un mérito que no tenemos derecho a arrebatarle. De los titulares de la prensa de Barcelona tras el partido del Bernabéu mejor ni opinar. Alberto Rodríguez Ferreras

Burgos