PRIMERA FINAL POR PENALTIS
El Liverpool hizo valer su mayor experiencia ante el Roma, al que le pudo la presión de poder haber ganado la Copa de Europa ante su afición. No hubo fútbol de calidad y las estrellas del equipo romano, salvo Pruzzo, fracasaron. Fue la primera final de la Copa de Europa que se dilucidó en los penaltis. La final pasó a la historia por ser la del ‘baile de Grobbelaar, uno de los últimos grandes fichajes de Paisley. Su baile de piernas y aspavientos logró descentrar a Graziani y Bruno Conti en sus lanzamientos en la tanda.