Una inyección de fuerza para el Betis de Torrecilla
Zozulya: hoy, pruebas médicas. Poyet pide físico al pivote
El Betis tiene entre sus miras una mejoría clara del aspecto físico respecto a la pasada temporada y ese cambio pretende implantarlo también en sus piezas. La planificación de Torrecilla tiene en Zozulya a la pieza que reforzará el ataque como cuarto delantero y es su capacidad física el gran aliciente que busca el cuerpo técnico con su llegada. Pero no sólo el ataque requiere de un valor que sigue ausente en otras líneas.
La salida de N’Diaye ha dejado un vacío en el pivote que no logra cubrir Poyet con las bazas disponibles. Torrecilla se agarra al tiempo para no fallar en un refuerzo que también necesita suplir el físico del medio senegalés. Ni Dani Ceballos, ni Petros ni Felipe Gutiérrez destacan por su altura, mientras que los extremos verdiblancos no ayudan en el potencial aéreo que quiere Poyet.
La preocupación por el juego aéreo se traslada a los refuerzos por llegar. Si el físico del pivote será decisivo en su elección, también podría serlo en la probable llegada de otro defensa central polivalente al equipo verdiblanco. Vía libre. No es Roman Zozulya una pieza de altura trascendental, pero su fuerza es el complemento que buscó Torrecilla para el ataque. En la tarde de ayer se confirmó la reducción de tres meses en la sanción al futbolista por agredir a un árbitro en Ucrania, por lo que podría jugar desde el 15 de agosto. Se prevé que hoy pase el reconocimiento médico en Madrid antes de firmar.