Hamilton “¿Títulos? Sólo quiero ser como Senna”
El campeón del mundo y líder del Mundial habló con AS en Bélgica de su pasado, su futuro y hasta de Alonso, con el que le gustaría volver a pelear: “Si se fuera, este deporte no daría una buena imagen”
—¿Es posible no ser Lewis Hamilton en algún momento? Por ejemplo en vacaciones… —En general, todo el tiempo, en cuanto me voy de la pista de carreras, ya no soy piloto. En concreto en vacaciones, en los últimos doce días, estuve en un sitio donde nadie me conocía, no había nadie en realidad y tampoco, claro, ninguna cámara y era maravilloso. —Una isla desierta… —Algo así… En un lugar lejano con vistas bellas y muy tranquilo, la verdad es que ha estado muy bien. —Pero para que llegara eso la clave es la Fórmula 1. ¿Cuál es su prioridad en la vida? —Vivir. —¿Disculpe? —La vida, estar viviendo cada momento, esa es la prioridad. —¿Algo más concreto? —En realidad es eso, pero sí, la familia es otra prioridad, y claro las carreras también tienen su sitio. —Los grandes deportistas de siempre suelen funcionar con objetivos, en la F1, una vez ha sido campeón, ¿Tiene ahora alguna meta concreta? ¿Ganar cinco títulos, siete…? —Mi meta es siempre emular a Ayrton Senna, hacer lo mismo que Ayrton. Todavía no he igualado su número de poles, me faltan quince. —Habla de números, pero Senna sobre todo es un mito por lo que representa. —Me refiero a todo, sí, sus números y todo lo demás, le quiero emular, es así. Mi intención es ser capaz de pilotar como él y lograr algo similar en términos de resultados. Solo quiero lograr un poco de cómo le consideran los demás, llegar a tener algo así en alguna etapa de tu vida, eso sería genial. Fue querido por muchos, en todo el mundo, e hizo mucho por su país. —Me gustaría saber cuál ha sido el momento más importante de su vida. —¿Cuál ha sido el momento más importante de mi vida? Cada día es el momento más importante de mi vida. Me despierto y veo el lugar en donde estoy y me siento muy agradecido de tener ese día, de estar hoy aquí. Ha habido muchos momentos buenos y malos. —¿Sabe? Es la primera vez que le veo realmente feliz… —Pienso que he crecido mucho, pero maduré tarde. En la vida, siento que he madurado tarde y hay algunos que maduran antes. Por ejemplo, ahora en estos tiempos veo que los chicos maduran antes, pero ahora he logrado llegar a un punto en el que no me afectan las cosas que hay a mi alrededor, tengo el control de mi vida, el control de mí mismo y la felicidad es un reflejo del agradecimiento. —Te das cuenta de lo que tienes. No es fácil lograr eso, ni teniendo mucho y bueno, a veces cuesta más que ser campeón del mundo. Transmitir ese logro al mundo también es una responsabilidad… —En realidad me pasa algo parecido a mi madre. —¿Su madre? —Sí, le explico. Mi madre puede tener un mal día, pero es muy raro que ella me lo diga. Ella dice “tranquilo, estoy bien, cariño”, aunque quizá algo le está molestando pero quiere que yo tenga un buen día, sabes. Y así soy con mis amigos. Yo quiero que salgan a hacer lo que sea en su día y lo que les digo, quiero que sea algo que les haga mejores, que les haga volar. No les voy a decir: “Mira, hoy ha sido un día terrible, espero que el tuyo sea mejor”. Porque si digo algo así, dirán: “Me pone triste que estés triste, ¿qué puedo hacer para ayudarte?”. No puedo quejarme, porque ahora me siguen millones de personas y el poder de una palabra o una frase es muy grande. —¿Cuida el dinero a pesar de todo? —Yo me crié con nada. Me acuerdo, de ese tiempo que pasé en mi infancia cuando otros niños podían ir a la tienda de chucherías y comprar cosas y yo no tenía dinero para eso. Los niños también aparecían con zapatillas nuevas y yo me quedaba con el mismo par todo el año. Entonces me acuerdo de eso, y me acuerdo de cuando gané mis primeras diez libras lavando coches, me acuerdo de cuando ahorré durante mucho tiempo para comprar mi primer disco. Todo entonces era diferente. —Supongo que ya no conserva esa mentalidad… —Sí, sí, me quedo con aquello, porque ahora tengo mucho más dinero en el banco pero tengo la misma mentalidad. Me llega la factura del seguro del coche y digo “Dios mío”. Como ahora mismo, me acaba de llegar un email sobre un evento que empieza en unas semanas y la ciudad ya está llena y sólo hay una habitación en mi hotel favorito y me gustaría quedarme en este hotel, pero como digo, sólo queda una habitación, la más grande que tienen y es muy caro. Lo puedo pagar pero es tan caro que he encontrado un apartamento que puedo alquilar y es mucho más barato. Me lo pienso, y veo que es mejor ahorrar este dinero y gastarlo en otra cosa. Pienso mucho estas cosas. —No lo parece, pero la F-1 es el elemento responsable de todo lo demás para alguien como usted, yo creo que la base de todo, de ahí su importancia. —Sí, bueno en este momento, lo llevo día a día, esa es la importancia que le doy, y año a año, aún puedo disfrutar de lo que hago y estoy en las carreras para ganar. —Y gana, aunque a principio de temporada fue el turno de Rosberg. —Es muy simple, de verdad. Yo tuve problemas al principio del año con el coche y ahora no. Así de simple. No me acuerdo exactamente de lo que sucedió al empezar el año, pero ya sabes, que no siempre sucede como quisieras tú. Empecé mal y en la primera carrera, llegué segundo. En la segunda carrera, también empecé mal; me chocaron el coche y luego tuve otros problemas. —¿Llegó a dudar de su capacidad? —Yo sé lo que puedo hacer y eso es lo que puedo controlar. Yo no controlo lo demás que sucede a mí alrededor. He estado pilotando mucho tiempo y tengo fe completa en mis habilidades y estoy orgulloso de lo que hago. Sobre otras cosas, no tengo control. —¿Es frustrante para un piloto de Fórmula 1 no tenerlo todo bajo control? Por ejemplo, Usain Bolt sólo tiene que correr o Rafa Nadal jugar al tenis, todo
depende de ellos… —Es diferente, sí, y también es ambiguo porque la F-1 no es solamente el piloto. Tienes una parte muy grande que es el equipo, los componentes que están siendo construidos. El equipo es enorme, una parte enorme del resultado final, y el coche y el funcionamiento y como siguen cambiando las reglas más y más. Así, el equipo sigue haciéndose más parte de todo eso y parece que el piloto tiene cada vez menos que ver. Por eso es por lo que ves pilotos saliendo de los Go Karts casi directamente. Igual no los Go Karts, pero una clase menor a lo que había que hacer en el pasado. Últimamente, es más difícil demostrar la habilidad que tienes tú, lo especial que tienes porque todos nosotros tenemos algo especial en nuestra manera de conducir que es por lo que hemos llegado aquí. Y ahora se hace más difícil que se note eso. —Hablando de frustraciones, tengo una pregunta sobre Fernando Alonso. —No podía ser de otra manera. —Claro que no. Hay una cosa que siempre he querido saber, mucha gente habla sobre Fernando como el mejor o uno de los mejores. Pero en el 2007 llega Lewis Hamilton a la Fórmula 1 y, de alguna manera, cambia la historia del español… —¿Me culpas a mí? —No es cuestión de culpables. No solo usted, todo lo que le rodeaba entonces, quizá… pero la cosa cambió para Fernando, eso es así. —Quizá sí, sin esperarlo. —¿Siente que es así? —No, no lo siento. Aunque tampoco era una temporada buena de mi vida, bueno, sí logré ganarme el respeto para un recién llegado a la Fórmula 1, y también gané al que era bicampeón del mundo, pero había muchos problemas, hubo muchas cosas que pasaron en esa época de mi vida, y creo que también le sucedió a él. Desde ese punto de vista hubo decisiones que hemos tomado individualmente en nuestras vidas que nos han dirigido a donde nos encontramos ahora. Entonces, no me siento parte de la dirección que él ha tomado. Todavía pienso que él es uno de los mejores pilotos que hay, siempre lo he dicho. Realmente espero que McLaren le fabrique un coche con el que pueda ganar otra vez, y para que yo pueda competir con él otra vez. —Sin embargo se habla de su posible retirada… —Si él se fuera el año que viene, y no pudiera conducir contra él otra vez, sería una pena. Realmente una pena. No sería una buena representación de lo que es este deporte, no daría una buena imagen, la F-1 no merecería tanto la pena si no sigue Alonso. No puedes permitir que alguien con tanto talento deje de conducir porque está tan atrás y porque nunca tendrá otra oportunidad de ganar. No sería justo. —¿Piensa que su retirada es una posibilidad real? —Por supuesto que lo es. —¿Por qué lo cree? —Imagina, ya tiene 35 años y ha ganado suficiente dinero… —No creo que el dinero sea… —Te diré más, ha ganado suficientes carreras, tiene suficiente experiencia, ya no necesita más la Fórmula 1 para ser alguien. Es campeón mundial dos veces. Ya es una leyenda. Entonces puede decidir hacer lo que quiera, se lo ha ganado. Él se prepara cada año para ganar, para pelear por el campeonato y si no recibe la oportunidad, yo pienso que ya ha sido muy bueno durante estos años… —¿Cómo hubiera llevado usted su situación? —Yo, probablemente, hubiera estado mucho peor si hubiera empezado el último en un equipo que debería estar ganando ya más campeonatos y creo que lo está llevando muy bien. Es cierto que ha crecido estos años y creo, espero, que el año que viene, tenga un coche para poder pelear, le quiero ver pelear y quiero pelear con él. —¿Realmente ha vivido alguna situación similar? —Yo he empezado el último alguna carrera, en un coche que no era suficientemente veloz. Estábamos en el decimosexto lugar en 2009 al principio. Entonces le entiendo y me puedo imaginar el sentimiento que tiene, y lo puedo imaginar solo eso porque yo no me he me ido de una situación buena a una mala. Pero puedo imaginar cómo se siente porque cuando llegué a Mercedes, podría haber sido así. Era una cosa o la otra. Cuando me vine aquí, todos decían que era la peor decisión que podía haber tomado, tu carrera se ha acabado y todo eso. —¿Cómo se siente respecto al Hamilton de 2007? —Cuando llegué, era como una flecha sin experiencia y sin conocimiento. Lo que pesa al otro lado de la flecha son el conocimiento y la experiencia para que pueda volar más lejos. Siento que lo tengo ya y que viene con la edad. Ahora vuelo más lejos… —Gracias Lewis. Y suerte. —A ti, hasta la próxima.