Ni rastro del Sevilla que asombró ante el Espanyol
Sampaoli es más defensivo pero no encuentra equilibrio
Nada queda en el fútbol del Sevilla de aquella frenética y exuberante puesta en escena liguera que se vivió ante el Espanyol. Sampaoli no ha vuelto a usar un sistema casi suicida que suscitó tantas críticas por lo que concedía atrás como elogios por la capacidad para crear ocasiones y meter goles, los seis con los que se estrenó el técnico argentino en el campeonato español.
Una semana después el equipo nervionense mostraba una versión completamente diferente, casi antagónica, sobre el césped de El Madrigal. Sergio Rico se convertía en el héroe blanquirrojo, igual que lo haría días después, tras el regreso del parón, en el dificilísimo estadio de la Juventus. Sampaoli recibió entonces elogios contenidos, pero más por lo meritorio del resultado que por la imagen de un Sevilla que aunque concedió menos que otras veces dio de nuevo una cara pobre en la creación, igual que ocurría en Eibar y también en San Mamés a pesar del gran partido de Nasri. Sin apenas equilibrio.
En casa, como también solía ocurrir con Emery, el Sevilla ha estado un poco mejor. Pero sin llegar a convencer a casi nadie. Hubo que sufrir para derrotar a Las Palmas y al Betis en el derbi y hacerlo además con una intensa polémica arbitral. Mañana llega el Lyon, que tampoco ha comenzado la campaña con muchos piropos, pero que es un clásico de Europa y, por tanto, un equipo que suele dar la talla en la mayoría de los sitios.