Nasri se pide ser líder
Su inicio ilusiona; cumple una década en Champions
Guardiola se quedó blanco en su primer día de trabajo en el City cuando vio a Samir Nasri, 29 años, pasadísimo de peso. Durante la pretemporada, el francés arregló su línea. Pero la decisión sobre su marcha estaba tomada. En Sevilla parece haber caído sobre una almohada. Sonriente, ha superado prejuicios y se ha ganado el respeto de la crítica, que ya no daba un duro por él. El historial precede a Nasri y persisten las dudas. Pero es un hecho que en el Sevilla no hay futbolista con mejor currículum que él en la Champions. Firma 53 partidos (8 goles) en la competición y hoy jugará por décimo año consecutivo. Una década en la Copa de Europa significa ser élite.
Por lo que se observa, y a falta de pesos pesados en vestuario y césped después de las marchas de Coke, Krychowiak y Banega, Nasri se ha pedido ser el líder. Ningún día más importante que hoy para demostrarlo. El Sevilla, que se trajo un punto valiosísimo de Turín, juega un partido clave ante el Olympique por el segundo puesto de grupo.
El Lyon no es el ogro de principio de siglo que dio noches grandes de fútbol en Gerland y coleccionó una nómina de futbolistas de gran nivel: Juninho, Abidal, Essien, Diarra, Benzema, Wiltord, Govou... Un equipo que dominó con mano de hierro el fútbol en Francia y al que sólo faltó un escalón para alcanzar la gloria en la Champions. Hoy sigue manejado por Jean-Michel Aulas, uno de los dirigentes con más pedigrí del continente. Un presidente vendedor. Último ejemplo, Umtiti. Compite a un escalón menor que hace una década, pero hace buenos equipos. En este, Genesio tiene laterales ofensivos, Rafael (hoy baja) y Rybus; volantes de nivel como Gonalons, Tolisso o Darder. Pero su estrella, Lacazette, es baja. Sampaoli pide más precisión. Más convicción. Hoy no se dejará nada en el banquillo y pide protagonismo a Franco Vázquez, Vitolo y Sarabia. Vietto necesita al fin una gran noche europea. El Sevilla se cayó en San Mamés pero una noche de Champions en Nervión levanta a cualquiera.