Llull, MVP de la Euroliga, un consuelo en un día duro
“Ahora toca ser más equipo que nunca”, dice el base madridista
Referente Llull ha liderado al Real Madrid con 17,3 puntos de valoración
“Llull es el jugador más determinante del continente”, han repetido varios técnicos durante el curso. A pesar de que De Colo y Udoh le superaban en valoración, el base fue el mejor de la temporada. Tercer español en conseguirlo tras Navarro y Sergio.
EI día después de la eliminación de la Euroliga, en plena resaca amarga, la elección de Sergio Llull como MVP de la competición alegró algo la cara a los madridistas. No todos los días tiene uno en su equipo al mejor jugador de Europa. El reconocimiento le llegó en la gala de premios de la Euroliga. Por números durante la temporada le superaban De Colo (21,2 de valoración media) y Udoh (20,4), junto a él elegidos en el primer quinteto. Incluso Wanamaker (17,6) y Teodosic (17,4), pero aquello de que “Llull es el jugador más determinante del continente” lo han repetido varios técnicos durante el curso y ha calado. “Sus lanzamientos ganadores no son casualidad, no para de trabajar esas situaciones al final de los partidos, y se nota”, le elogia Obradovic.
Un MVP merecido, el tercero para un español en la historia de la competición tras el de Sergio Rodríguez en 2014 y el de Navarro en 2009, y el segundo para un madridista. Ha liderado al Real hasta el primer puesto de la fase liguera (23-7) con unos promedios totales de 16,8 puntos, 5,9 asistencias y 17,3 de valoración. Cifras que elevó en el playoff (18,5, 5,8 y 17,8) y aún más ante el Fenerbahçe (28, 8 y 32), aunque sin éxito colectivo. “Cambiaría el premio por poder jugar la final. Es muy bonito inscribir tu nombre en la historia de la Euroliga, pero…”, se lamentaba Llull.
Una desazón por la derrota que compartió con sus compañeros: “Hemos hablado y cada uno tiene que mirar lo que puede hacer por el grupo, y empiezo por mí. Aquí ganamos y perdemos todos y ahora toca ser más equipo que nunca. No creo que el Fenerbahçe sea superior, si volviéramos a jugar seguramente sería distinto, pero no hay otra oportunidad”. Coincidía con él Doncic, premiado como mejor joven. El esloveno añadía: “Nos faltó intensidad atrás y nos pasaron por encima”. Profundizaba así en la autocrítica: “Me siento muy culpable, jugué un partido terrible. Pero ya está, soy joven y he aprendido mucho. Regresaremos a tope en un año”.
Reforzar el proyecto para volver, y ahí el Madrid necesita otro generador de juego, una nueva amenaza ofensiva con el balón en las manos que añadir a los Llull, Doncic… Carroll. Lo vimos en 2015 con el Chacho y Rivers. Más dinamita para que Llull no tenga que ser un superhéroe a tiempo completo. MVP.