Villar, reelegido hasta 2020: “Aún puedo aportar mucho al fútbol”
Fue apoyado por 112 de 139 asambleístas para ganar por octava vez ●Jorge Pérez se aferra a la justicia
Villar es indestructible. Ni las investigaciones de la justicia que le mantienen imputado, ni una oposición de uñas, ni la unión de LaLiga y CSD durante meses en su contra, ni sus tropiezos en FIFA y UEFA y ni siquiera la edad (67) o la salud (operado de la rodilla) le han apartado de su objetivo: renovar su mandato y ser reelegido presidente de la Federación por octava vez consecutiva. La Asamblea General le dio ayer su confianza de manera abrumadora al tener el respaldo de 112 de los 139 asambleístas con voto, por lo que será el máximo dirigente del fútbol español hasta 2020. Hubo 6 votos nulos y 11 en blanco, mientras que 10 asambleístas no ejercieron su derecho. De esta forma, Villar podría presidir la FEF durante 32 años seguidos, cuando el techo estaba en nueve (Pablo Porta), siempre y cuando no ceda el testigo antes de agotar su mandato a algún delfín en cartera. Suena Rubiales (AFE).
Villar se mostró radiante antes, durante y después de su proclamación. Hace sólo unas semanas pensaba que iba a tener que pasar un duro examen este 22 de mayo, ya que Jorge Pérez, el que fuera su secretario general durante 13 años, iba a optar a la presidencia. Sin embargo, el resultado de las elecciones a la Asamblea del 27 de abril dio un giro en este proceso y le evitó tener que luchar. Jorge Pérez impugnó aquel resultado (107-32 para Villar) y decidió no presentarse ahora para fiar sus opciones a los tribunales, de momento sin éxito, a la espera de que el TAD decida el viernes sobre estas elecciones o un juez confirme irregularidades en los Casos Recre y Haití.
Con este paso atrás de Jorge Pérez, lo que hizo Villar esta vez fue simplemente repetir un paseo militar sin adversarios. Algo que ya le ha sucedido en seis ocasiones. Villar sólo tuvo rival en 1988 (Eduardo Herrera) y en 2004 (Gerardo González). La votación se realizó ayer por estamentos y de forma presencial y secreta. Tras la victoria, y sin esperar a su discurso, Villar recibió palmadas en el hombro de sus fieles incondicionales e incluso de aquellos que le han apoyado a cambio de tomar medidas urgentes (la salida de Padrón) para que en Las Rozas haya un lugar más moderno, democrático y profesional.
Paseo. Villar apareció en la Asamblea veinte minutos antes de la votación, relajado, y fue recibido por Joan Gaspart, uno de sus escuderos. Estuvo muy bromista en los corrillos, en los que comentó la ausencia de varios presidentes de clubes profesionales. Sólo Óscar Garvín (ProLiga) se dejó ver en representación de la oposición.
Villar ya sabía desde hace un mes que contaba para esta votación con el respaldo de una mayoría, a la que unió después al Barça, Atlético y Celta, que entraron de rebote en la Asamblea. Además, tenía fe en que algunos asambleístas más que iban a votar a Jorge acabaran a su lado, como así fue. Por la erótica del poder, porque no tenían más alternativas o porque se sentían engañados con una igualdad que les vendieron y que al final no ha existido.
El presidente de la FEF hizo un emocionado discurso tras la votación: “Los números no engañan. La victoria es indiscutible, abrumadora y gratificante. Gracias a los que apoyaron y todo mi respeto para los que votaron el blanco. Quiero ser integrador. Vamos a dar un gran salto en un tiempo nuevo y voy a cumplir con mi programa cuanto antes. No soy el mismo. He aprendido de todos y tengo más experiencia. Aún puedo aportar mucho al fútbol. Me siento fuerte, más seguro e ilusionado”.